En 2017, México suma 32 mil 218 personas reportadas sin localizar, de acuerdo al Sistema Nacional de Seguridad Pública (Secretaría de Gobernación). Tamaulipas, Estado de México, Jalisco, Nuevo León y Sinaloa concentran 55% de rezago en procuradurías y fiscalías locales. En asuntos federales, responsabilidad de la Procuraduría General de la República, el mayor número de casos se registra en Guerrero, Veracruz y Tamaulipas.En enero pasado, el corte nacional era 30 mil 942 casos de personas no localizadas. En 2014 había 23 mil 603 personas no localizadas.

El número de muertos por conflictos internos durante la última década coloca a México como el segundo país más violento del mundo, debajo de Siria y seguido por Afganistán e Irak. El costo para tratar de controlar la violencia fue de 25 mil pesos por persona. El deterioro de la paz en México muestra aumento de 18% en la tasa de homicidios respecto a 2015, de los cuales 61% se cometieron con arma de fuego. Sobresale Colima, donde la tasa de homicidios en 2016 fue tres veces más alta que en 2011. Las entidades menos pacíficas el año pasado fueron Guerrero, Colima, Sinaloa, Baja California Sur, Baja California, Morelos, Zacatecas, Nuevo León, Chihuahua y Michoacán.

La violencia nacional y local que azota a México, acotó la nota de que el cardenal Norberto Rivera fue denunciado por encubrir a 15 sacerdotes pederastas. Los ex sacerdotes Alberto Ahtié y José Barba, acudieron a la Procuraduría General de la República para denunciar que en diciembre 2016, Rivera admitió haber enviado al Vaticano expedientes de 15 sacerdotes que cometieron pederastia en México. Los casos fueron sancionados en la Santa Sede, pero la información no se presentó ante autoridades ministeriales. ¿Quiénes son las víctimas, dónde están y cuál es su situación actual?, es información que se desconoce.

Norberto Rivera presentó su jubilación por edad, por lo cual los ex sacerdotes denunciantes acudieron a la Procuraduría General de la República para que actúe a favor de las víctimas de pederastia.

Desde 1950 se han desenmascarado y verificado más de mil trescientos casos en Estados Unidos, con trescientos sacerdotes implicados. Inolvidable el escándalo que destapó The Boston Globe cuando acusó, en 2002, a la archidiócesis de Boston. El cardenal Bernard Law tuvo que renunciar a su puesto por encubrir a 250 curas pederastas. Estos casos otorgaron compensaciones millonarias y enorme pérdida económica. En Boston cerraron decenas de parroquias. El responsable durante los abusos, el cardenal Bernard Law, amigo de Juan Pablo II, sigue agazapado en el Estado Vaticano pese a que Estados Unidos lo reclama. El papa Francisco lo echó de sus estancias en Santa María la Mayor, pero el responsable de uno de los mayores abusos en la Iglesia sigue eludiendo la justicia.

Los números dan miedo: 1.880 curas involucrados, 4.440 niños abusados, mil instituciones católicas señaladas, 7% de los sacerdotes del país acusados. Estas son las cifras del escándalo de abuso sexual a menores por parte de la Iglesia católica en Australia. Los datos los dio a conocer una comisión investigadora que examina denuncias de casos ocurridos entre 1950 y 2010. La Comisión Real, instancia de investigación del país, comenzó su trabajo en 2013. Investiga todos los casos de abuso institucional de menores en Australia, incluye escuelas, clubes deportivos y organizaciones religiosas. Gail Furness, asesora de la comisión, dice que 60% de los abusos denunciados ocurrieron dentro de organizaciones religiosas y casi dos tercios de esos casos involucraron a la Iglesia católica.Un caso más, que de nuevo mancha la imagen de la iglesia Católica, a pesar del real esfuerzo del Papa Francisco por limpiar el Vaticano y a la Iglesia de los responsables de distintos tipos de acusaciones de conducta ilícita e inmoral.