¿Por qué sólo consumir vino si puedes ganar con él? Liv-ex Benchmark Fine Wine Investables, inversión de vino crece por año 14.8% desde su lanzamiento en 1988. El vino que más provee liquidez es el de Burdeos, región que produce los  más conocidos y mejor calificados. Los precios aumentan su valor a medida que el vino envejece. Desde que se embotella y se inicia su consumo, el suministro se reduce. Cuando la demanda se mantiene,  genera efecto ascendente en el precio, atributo  de vinos finos.

Hay dos opciones, Wine Source Fund, que paga al inversionista 30% desde abrió en 2012. Invierte en regiones top de Francia y de otros países seleccionados. El 30% del vinos en el que invierte en de Borgoña, 28% de Burdeos. Otra opción es invertir en índices bursátiles como Liv-ex Fine Wine 100 que representa a 100 de los vinos más buscados para con mercado  fuerte. Sus acciones crecen más de 21% con relación al precio de sus títulos de 2012. Liv-ex Fine Wine calcula nivel de producción original y la escasez que se presenta cuando el vino envejece, así a cada vino se le pondera.

En México, el Peso cumple una década de decadencia. En agosto 2008, previo a la quiebra del banco de inversión estadounidense, Lehman Brothers, que generó la peor crisis financiera desde la Gran Depresión en 1929, el dólar cotizó en 9.87 pesos y alcanzó 21.93 pesos en enero pasado. Finamex, prevé que la reforma fiscal de EU, la renegociación del Tratado de Libre Comercio y la elección 2018 llevarán al dólar a 22.30 pesos. En la última jornada hábil de 2017, el Peso cerró en 20.05. En las últimas siete sesiones el peso pierde en seis y gana en una.

La reforma fiscal aprobada en Estados Unidos busca tres objetivos: Disminuir la tasa de Impuesto Sobre la Renta (ISR); simplificar el pago de impuestos; e incentivar el regreso de capitales. El punto relevante es la reducción de la tasa de ISR de 35 a 21%, que pone en riesgo a las finanzas públicas en ese país debido a que es poco probable que se recaude por incentivos a la inversión y crecimiento económico lo que se perderá por la menor tasa impositiva.

Además disminuye los beneficios para las clases socioeconómicas media y baja y los aumenta para la clase alta. Los ciudadanos, el 1% más rico, obtendrá 24% de beneficios, el 10 % más rico obtendrá 7%. El 1% más pobre obtendrá 1% de beneficio. Quien gana más de 600 mil dólares anuales  pagará una tasa de ISR de 37% y pagaba 39.6% antes de la reforma. Quien gana 18 mil dólares pagará 10%, no hay cambio. La tasa de desempleo, 4.1% y el número de días que tardan  las empresas en EU para llenar una vacante, 31 días,  nivel máximo histórico,  dejan claro que la economía de Estados Unidos está en auge. Si a las empresas les cuesta trabajo atraer talento y les es difícil atraer inmigrantes capacitados por la política de Trump, deberán aumentar los salarios lo que traerá inflación, lo que puede provocar que el Banco de la Reserva Federal aumente las tasas de interés  de manera brusca, lo que puede descarrilar el crecimiento sincronizado global que  Estados Unidos ha logrado en los últimos dos años.

Así que la reforma fiscal en Estados Unidos no provocará en México salida de capitales debido a que no existe discrepancia fiscal entre tasas impositivas de México y otros países con un ISR de 21%. Muchos fondos, como las pensiones y de activos se encuentran exentos de pago de ISR, y los que no lo están enfrentan una tasa de retención entre 5 y 15%. Tampoco provocará reubicación física de las empresas pues no hay aliciente económico para ello. Aun así, Hacienda dispondrá  una nueva reforma fiscal pasado el proceso electoral de 2018, que le permita ampliar la base fiscal para incrementar el ingreso por pago de impuestos, situación que se requiere ser revisada con frecuencia dados los cambios internacionales en materia fiscal y los ajustes financieros que cada país realiza para continuar siendo competitivo en el contexto mundial.