A un corazón triste y afligido, abrázalo siempre si lo amas, perdónalo, si es un corazón de niño, que al ser desatendido, muestra su enojo al estar por ello confundido. Perdónalo si en verdad es culpable de sentirse herido y perdónate tú, porque sin pensarlo, pudieras ser el instrumento causante de las lesiones que ha sufrido.
AMOR DE NIÑO
No me he quedado solo, esperándote por la nada,
porque todo, todo en esta vida tiene un por qué,
una misión, un destino, o una causa inesperada,
y yo vivo, vivo sólo para ti, como siempre lo deseé.
Entonces, amor, ¿por qué estas triste y tan callada?
por qué esconder la alegría que ayer tanto festejé,
y cambiar la dulce sonrisa, por amargura no deseada,
que desfigura la nobleza de tu alma que tanto amé.
Por qué marcar la belleza de tu linda cara tan amada,
con las líneas de dolor que por amarme yo te causé
pidiéndote fueras sólo para mí y tu vida se estresaba,
cuando a tu noble corazón de traición yo lo acusé.
Esperando, me he quedado y tu respuesta no llegaba
y de quererte tanto, desesperado, a tu alma me asomé,
y te vi rezando por amor a mí, por estar desesperada
y me convencí de que me amabas y llorando te abracé.
Correo electrónico:
enfoque_sbc@hotmail.com