Mañana inician los festejos de nuestro 40 aniversario; graduados y sin complejos, nos abrimos paso en el delicado campo de la medicina, la que exige al médico ser ético y humano sin igual, porque si algo pudimos obsequiar a nuestro hermano, además de nuestra desempeño profesional, fue nuestro gran amor por la vida, como lo manda el Padre celestial.

40 AÑOS NO ES NADA

No me gana ahora el entusiasmo por los años idos, de tener, no tengo verdadero motivo para celebrarlos, sin embargo, yo les digo, no fueron años perdidos, porque hoy me sobran testimonios de vida para amarlos.

No por estar lejos se sientan todos mal correspondidos, afortunado soy, sin duda, nuevamente al encontrarlos, aunque de años estemos todos ya sobrexcedidos, y por el tiempo, tenga yo dificultad para reconocerlos.

Me hubiera gustado verlos alegremente consentidos, y tal vez con mi presencia y poesía, complacerlos, más, no podría contar anécdotas de estar unidos, si me pasé cuarenta años de mi vida sin buscarlos.

De todos tengo recuerdos, de los amigos presumidos, de compañeras que a seres como yo solían abrazarlos de los inquietos intelectuales luchadores aguerridos, y de los forjadores de sueños, que no pudieron alcanzarlos.

Va mi corazón al encuentro, y a él sean todos bienvenidos, cuarenta años no son nada, y que el amor pueda conectarlos para que vengan otros tantos, para estar siempre decididos, para que el amor de hermanos, pueda conquistarlos. ORGULLOSAMENTE GENERACION 72-77 MEDICOS CIRUJANOS UAT.