ESPÍRITU AL DESNUDO
He visto el río de las necesidades, causadas por la flaqueza, correr por el cauce forjado por la sabia naturaleza, y teniendo la sed de verme favorecido, en tiempos de la inesperada tormenta de la escasez, acudo con sensatez a mi voluntad expresa.
Esperando que la impureza de tan sombría turbidez, se arrastre ante la indeseada insensatez de mi cordura, y se pierda con el rápido correr, dejando la angostura, para verse en el quehacer de volverse pura, pues es mi anhelo, reconocer, la claridad del agua que he de beber, para no tener sorpresas.
He percibido en la integridad de mi otrora armonioso ser, cómo pasan las alegrías y se quedan las tristezas, lo acepto sin entender, que siendo mejor, quedarme con las primeras, por qué doy mi brazo a torcer y le abro la puerta a la ironía, para dejarme perder, en la oscuridad de mi torpeza.
Y no es que quiera dejar de sentir las bondades del amor y su nobleza; vivo esta vida, sin miedo a la pobreza, pues me consuela saber, que en el espíritu hay más riqueza.
Mas, haciendo alarde de franqueza, he de reconocer, que me hace falta el esplendor de tu belleza, el calor de tu cuerpo que se aleja y la pasión de tus besos que me hacían perder fácilmente la cabeza.
He aquí a mi espíritu al desnudo, que de querer, pudo confesar lo que siente, porque este amor siendo tan puro, no puede comprender, que tu corazón, sea el verdugo de mi triste padecer.
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