A donde quiera que vaya, en donde quiera que esté, por más que la mente quiera mantenerse ausente del amor, he de reconocer que no puedo, y es que el amor que por mis padres sentí no vino a mí,  porque antes de que ellos me conocieran, yo los amé con el mismo amor que mi Padre Celestial siente por mí.

Y qué decir cuando conocí a la mujer que habría de ser sólo para mí, antes de que ella sintiera amor por mí, yo la amé con el mismo amor con el que mi Creador me formó

Y tanto amor no cabía ya en mi corazón, pero al llegar mis hijos por igual lo repartí, y cuando pensé que no tenía más amor para obsequiar, llegaron los hijos de mis hijos, entonces me di cuenta, cuán grande es el amor que  Jesucristo siente por mí. Dejad que mis nietos se acerquen a mí, porque tengo mucho amor que regalar.

Ayer en mi trabajo, mientras atendía a uno de mis pacientes, recibí una llamada de mi nieto Emiliano que me decía que tenía dolor en su faringe y abdomen; le prometí que iría a verlo al terminar mi horario de labores; mientras pasaban las horas, recordé una poesía que le hice en el año 2017,   cuando se encontraba igualmente enfermo, y  hoy la publico esperando sea de su agrado.

Bálsamo de amor.

De tus muchas lágrimas, dame una sonrisa,

que sea para todos señal de salud y de alegría,

despertando así a la vida, con la suave brisa,

confortando el amor como nos gustaría.

Verte quiero David, reír con la sutil caricia.