Ahora y aquí.
Vivir con miedo, no es vivir, porque el vivir reclama para sí, no un te quiero, sino un te amo, ahora y aquí.
Vivir con miedo, es esconder la mirada cuando lo que más quiero es que me mires, ahora y aquí.
Vivir con miedo, es sentir cómo las palabras se niegan a salir de mi boca, cuando tu presencia me provoca, ahora y aquí.
Vivir con miedo, es ver pasar el tiempo frente a mí, sin que notes mi presencia cuando estas callada, ahora y aquí.
Vivir con miedo, es fingir que no estás enamorada, cuando de verdad estás cansada, pero no de mí, ahora y aquí.
Vivir con miedo, es el sentimiento que me hace parecer el remedo del hombre que siempre deseaste para ti, ahora y aquí.
Vivir con miedo, es sentir cómo mis manos tiemblan cuando se frustra la caricia ansiada, cuando más deseas ser amada por mí, ahora y aquí.
Vivir con miedo, es perder la esperanza de bailar la danza de amor que siempre deseaste compartir en una noche romántica, ahora y aquí.
Vivir con miedo es perderte por no saber comprenderte, cuando sólo quieres que te abrace para sentirme cerca de ti, ahora y aquí.
Vivir con miedo, no es vivir, porque lo que más deseo, es verte y sentirte feliz y no lo seas, cuando al decir que te amo, no se refleje en mi mirada extraviada, cuando mi boca callada, no te haga sentir que estás enamorada, cuando éste remedo de hombre te parezca cobarde, cuando mis manos no sean la caricia deseada y la esperanza de aquella danza romántica, sea sólo un sueño deseado.
Vivir con miedo, es vivir sin ti, porque tú has sido y serás todo lo que amo y lo que quiero, y no sólo eres el consuelo que dices ser para mí, sigue conmigo ahora y aquí.
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