Renacer
Me estaba dejando querer… y tú me estabas queriendo,
me estaba dejando amar… y tú me estabas amando.
Y entre el querer y el amar, nos fuimos percatando,
que somos un sólo ser, que a Dios estamos adorando.
Me estaba dejando querer y con ello recordando,
que el fuego no ha dejado de arder y me sigues tú deseando.
Me estaba dejando amar y mi amor te estaba esperando,
y dejé de pensar en todo, lo que me estaba lastimando.
Y entre quererte y amarte, preferí seguirte amando,
porque el que ama a Dios ama, y termina perdonando,
porque el amor de Jesús, te está siempre consolando,
dando al corazón la paz, cuando por Él se está orando.
En este bello renacer, la semilla de amor estoy sembrando,
quiero mi vida florecer, cuando voy por la vida andando,
y despertar juntos al amanecer, que estamos disfrutando,
después de vencer la inercia, que nos estaba alejando.
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