A una mirada tuya

Son los ojos tuyos una luz en mi oscuridad,

tu mirada ansiosa aparentemente extraviada,

por demás callada, no puede ocultar la verdad

que padece tu alma de tristeza acumulada.

 

Y al no poder hablar debido a la adversidad,

que llegó a tu existencia en forma inesperada,

puso a prueba tu amor de madre y tu bondad,

para renunciar a vivir de la forma acostumbrada.

 

Más, vivir por amor no es vivir en otra realidad,

porque la luz del corazón nunca está apagada,

ve a través del amor y no padecerás soledad

son tus hijos extensión de tu vida consagrada.

 

Agradezco y acepto de Dios su divina voluntad,

él nos ha bendecido con una madre tan amada

para no sentir el dolor de vivir en la orfandad,

gracias Padre, bendita la fe, virtud tan admirada.

 

A una mirada tuya, madre, misericordia y caridad,

a una mirada tuya, Padre, mi alma se ve consolada,

para descansar en la armonía, y vivir con claridad,

el amor que nos conduce a la eternidad anhelada.

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