Ábreme al amor.
Ábreme al entendimiento mi Señor,
para saber lo que más adelante me espera,
ábreme a tiempo o a destiempo,
hazlo cuando tú quieras, pero ábreme al conocimiento
porque no saber lo que pasa en ese tiempo,
entristece mi alma y desespera.
Ábreme el camino a tu divino corazón,
para que mi destino no sea tan incierto,
permite a mis oídos escuchar lo que desean,
y disfrutar el angelical concierto de armonía
que trae la lluvia, y que con gozo cae del firmamento.
Ábreme para llevar la vital alegría a nuestro espíritu,
que la lluvia también moje mi cuerpo, cuando niño,
para renovarme así, como se renueva la tierra tan sedienta,
cuando recibe con alegría la llegada de la lluvia,
al saber que siempre existirá la esperanza,
y sentirse dichosa como yo, por saberse parte
de tu creación grandiosa, cuando formaste el universo.
Abre mis ojos a la verdad, para encontrar consuelo,
descorre el velo de lo que yo no veo, pero siento,
aumenta mi fe para recobrar toda la energía
que exige, hoy más que nunca, el vivo en movimiento.
Ábreme a la luz y hazme viajar tan rápido como ella,
hazme viajar con el pensamiento, y encontrar en mi prójimo
el amor que aviva el sentimiento de hermandad,
al identificarnos plenamente como hijos tuyos en la tierra.
Ábreme al amor, mi Dios, a todo lo bueno que creaste,
y aleja todo lo negativo que nos llena de tristeza
y así estar en tu gracia, para recibir tu anhelada bendición.
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