Amor de siempre
Hola, sÃ, soy yo, el mismo de siempre, el que conociste ayer, cuando tus ojos veÃan más que los detalles que ahora ves y que te parece que me hacen ver diferente; ayer, cuando me veÃas como un todo que llegó a iluminar tu vida haciendo florecer en tu bello rostro aquella sonrisa muy tuya, que no dejaba duda de que mi presencia te hacÃa feliz; ayer, cuando yo podÃa leer tus pensamientos, mismos que guardabas celosamente para que yo no pudiera saber, que en ese momento yo era para ti como un sol que hacÃa brillar los dÃas más maravillosos de tu vida.
Mira, no es mi intención causarte molestia alguna, por el contrario, tal vez ésto alivie un poco la tensión que ha causado el tiempo, que, a su paso, ha dejado huellas, en ocasiones hasta en tu corazón, aunque yo pensara que, al guardarlo con devoción, en un relicario que llevo colgado al pecho, nada ni nadie podrÃa hacerlo desistir, de seguir amándome como yo te amo, por creer que éste es mi derecho.
Yo te sigo viendo igual, como esa hermosa flor blanca cubierta de rocÃo de un amanecer, después de vivir una noche apasionada, sÃ, tal y como fue ayer, cuando el amor era ese manto divino que marcara para siempre nuestras almas al seguir profundamente enamorados y andar juntos el camino.
Amor, abre tus ojos y mÃrame de la misma manera en que me viste la primera vez, aunque no haya sido el hombre perfecto que merecÃas, y que hoy pareciera ya no ser el mismo, porque yo, a pesar del tiempo, te seguiré amando, aunque tú no quieras.
Correo electrónico:
enfoque_sbc@hotmail.com