Equilibrio emocional
Cuando no tengas nada que decir, cuando el pensamiento deje de ser el trono donde reina la ilusión fallida; cuando la liviandad inexistente del cuerpo material detenga su vuelo al sentirse atado al suelo, donde ha de residir. No desistas en tu afán de corregir aquello que debiste en su momento, más no conviertas el evento ocasional en un peso adicional que se vuelve permanente, porque con el tiempo será de tal volumen la energía que genera el mal, que no podrás ni caminar como es tu costumbre.
Olvidar no debes que eres en ti mismo un universo donde habitan organismos, que así como pueden darte vitalidad, pueden robar tu salud, al perder el equilibrio de tu sistema emocional.
Busca siempre la luz de la sabiduría, para no perderte en el camino de la vida plena, busca la transparencia para ver con claridad, despeja la conciencia, para que la impaciencia de no poder sanar, forje las cadenas de la imprudencia que te ha de condenar.
Esfuérzate por crear una conciencia plena, para que puedas analizar problema tras problema, y tengas la valiosa oportunidad de responder a ellos, con la certeza de que tus acciones serán congruentes con la solución que esperas.
Condúcete siempre con humildad e inteligencia, que tus palabras sean sinceras, privilegia siempre la honestidad, la justicia y la equidad, para que, éstas hagan perder el filo a la inconformidad de aquellos que pudiendo no estar de acuerdo contigo, reconozcan que deben respetar el derecho que te asiste de expresarte con libertad.
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