Por fin el gobierno del estado meterá mano a los organismos operadores de agua en Tamaulipas y no precisamente para saquearlos, como han estado acostumbrados por años, sino para rescatarlos o al menos esa es la intención.
Es de todos conocido que las COMAPAS se convirtieron por décadas en las cajas chicas de los gobiernos a la hora de las elecciones y ese es el principal motivo por el que ninguno ha sido capaz hasta ahora de brindar un buen servicio a la población.
La COMAPA de Victoria es el vivo ejemplo del descaro, por años los gobiernos se dedicaron a saquear dejándolo al borde de la muerte, tanto que no ha sido capaz de brindar un buen servicio a la población que ha tenido que pagar los platos rotos de las malas administraciones y más recientemente soportar la sequía sin agua en sus hogares.
Es terrible el panorama que se vive en la capital de Tamaulipas.
Tuberías de barro que datan de más de 100 años siguen corriendo por las zonas subterráneas de la ciudad, ¡es un abuso!; las tuberías están reventando por todos lados dejando sin agua a la población y provocando un problema mayor de fugas de agua potable. El personal con el que cuenta el organismo no ha sido capaz de atender la demanda de reparación pues ni equipo tienen y el poco con el que cuenta está obsoleto.
Aunado a eso, la falta de recursos para invertir en tecnología los tiene trabajando de una manera rudimentaria y en las mismas condiciones se encuentran los organismos de la frontera y sur del estado.
El Secretario de Recursos Hidráulicos, encargado de este plan de rescate para las COMAPAS busca implementar varias estrategias como la reestructuración financiera, pues la mayoría están en quiebra por la mala gestión de los recursos y la poca recaudación que existe derivado del mal servicio. El plan es recuperar el control de los organismos municipales y a través de ello invertir en infraestructura para mejorar la red de agua y alcantarillado y con ello solucionar los problemas de abastecimiento de agua en el estado, solo que algunos se niegan a alinearse.
En Victoria ya inició el movimiento con la imposición de un nuevo gerente y lo mismo pretendieron hacer en Reynosa, municipio bastión de los panistas al ser cuna del cabecismo en el estado, aunque sea gobernado por un alcalde morenista que tiene muchos enemigos internos como el de Victoria.
El conflicto en Reynosa surgió cuando el gobierno del estado intentó intervenir en la operación de la COMAPA pues el dinero se ha estado desviando a asuntos políticos de los azules, según se sabe, sin embargo una jueza federal, la misma que ha sido señalada por proteger a los Cabeza de Vaca, frenó esta intención.
La resolución judicial se emitió en respuesta a una suspensión provisional solicitada por el alcalde de Reynosa, Carlos Peña, que se opone a la intervención del estado, con el supuesto de defender su autonomía, lo que ha generado una fuerte tensión entre ambos grupos de poder, mientras los ciudadanos siguen sufriendo las consecuencias.
En Reynosa está ocurriendo algo muy similar a lo que se vive acá en la capital que casi le cuesta la chamba a Gattás, a ver si no se replica el “estate quieto” por no acatar instrucciones. Ya saben el refrán “si ves las barbas de tu vecino cortar pon las tuyas a remojar.
Por cierto, hablando de jueces. Cientos de ciudadanos pertenecientes a la Columna “Cívica” Pedro J. Méndez se movilizaron hasta el congreso del estado en camionetas y caballos para manifestarse a favor de la reforma judicial de Claudia Sheinbaum.
Encabezados por su líder, Moncada, quien fue encarcelado en los tiempos de Cabeza de Vaca y liberado recientemente, exigieron respeto a la reforma judicial y de paso demandaron que se deroguen las leyes del Cabecismo.
Así las cosas.
Que Dios los bendiga, gracias. Leo sus comentarios en mis redes sociales