Recordando tu vida y no tu partida.

De los recuerdos, quisiera tener más de los tuyos,

porque el tiempo está borrando de mi memoria

el brillo de tus ojos, tu agradable sonrisa y tu voz.

De tus recuerdos, quisiera hoy hacer una prioridad,

para sentir cerca tu presencia y dejar de engañarme

con el viento que sopla, con el calor que me toca,

con la lluvia que cae y me moja, pensando que me

estas extrañando, como yo siempre te extraño a ti.

De tus recuerdos, pregunté a la vida cuáles me tocan,

de las ausencias inesperadas, de los viajes de días,

de los regresos como pase de hoja del libro de vida,

del silencio y el gesto que excusa la indeseada salida,

de esos, de eso, olvido, porque no quiero acordarme.

De los recuerdos, los momentáneos y fugaces abrazos,

la sensación tan querida y tierna de sentirme amado

por ti, que, a pesar de tus ausencias, te sigo recordando

como el padre que un día, deseó mi llegada a la vida.

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