Algo se mueve en el ambiente que a mis ojos no se logra esclarecer, camino entre la bruma titubeante, guiado por la luz que me guía hacia ti en forma itinerante, para sentir de nuevo tu amor en mi esperado renacer. No temeré a la oscuridad, porque tú estás siempre a mi lado mi Señor, para darle a mi vida tu eterna y divina amorosa claridad.
Vida nueva
¿Y cómo esperaba yo detener mi inevitable padecer?
¿Acaso no soy carne de su carne, sangre de su sangre?
¿Por qué extrañarse hoy por lo que me ha de entristecer?
¿Por qué he de verme llorar como niño siendo un hombre?
Mas, deprimido me consiento hoy por el triste atardecer,
porque el tiempo vence y vencerá como ya es costumbre,
y mi férrea voluntad no podrá evitar lo que ha de acontecer,
más, antes de que mi espíritu se estremezca y se derrumbe,
mi Dios, Dios de amor y de misericordia que todo hace florecer,
me regresará la calma, para derrotar mi tristeza y pesadumbre.
Ahora sé Señor, que con tu luz, mi vida volverá a resplandecer,
que, con tu amor y mi fe, no habrá en mi vida más incertidumbre,
porque sufrir, es consecuencia del amor que no habría de merecer,
no basta el día para comprender, necesito que tu luz me alumbre,
y despertar con alegría, a la vida nueva que me ofreciste para renacer.
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