Mi todo
Tú que todo lo ves y todo lo sabes, a quien no puedo mentir; Tú que eres mi principio y mi fin, mi alegría y mi paz, imprime valor a mi ser para enfrentar la adversidad y los retos que me depara la vida; aclara mi mente, purifica mis pensamientos y haz que le transmita a mi corazón el acompasado bienestar que le provoca la armonía y que noche y día, brille para el entusiasmo de sentirse siempre agradecido por las bendiciones recibidas.
Tú que estas siempre a mi lado, que conoces mi presente y mi pasado, que me habla dulcemente a través del suave viento que llega a mis oídos, cuando pareciera que el tiempo se detiene, cuando me vence la tristeza y el cansancio, cuando después de derramar el llanto de impotencia, te compadeces de mí tocando mi hombro, para que me regrese la vitalidad y la energía, y retomar el camino que para mí tienes destinado.
Tú que eres la esencia bendita que me mueve, que me levanta cuando caigo, que me despierta de las terribles pesadillas, del acoso de la oscuridad de mis quebrantos, que me alimenta con la sabiduría que encierran tus palabras, para que mi espíritu se transforme en voluntad sin titubeos, ni temores, porque mi fe es el vehículo que me traslada a cualquiera de las diversas dimensiones donde reina tu poder, a través del amor sin condiciones.
Tú eres mi todo, y siendo mi esencia producto de tu amor, mi todo convertido en luz, ilumina mi fe para que no se pierda en oscuridad de la nada.
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