A la sabiduría no le des jamás la espalda, porque ésta será tu guía para darle a tu vida razón y sentido. No te finjas confundido al escuchar las palabras de quién te habla con experiencia concebida, porque ningún camino que escojas, cuando no sientas nada, te llevará con bien a tu destino.

¿QUIÉN ES POBRE?

El que no tiene dinero, no es pobre,

pobre es aquel que no valora la vida,

que teniendo ojos, no sabe para qué,

que teniendo oídos, todo se le olvida.

El que no tiene conciencia de hombre,

el de una existencia triste y aburrida,

que va caminando sólo por costumbre,

y llegará sin ánimo a la meta concebida.

Pobre el que teme que su mundo se derrumbe,

y se esconde en la ignorancia referida,

pretextando no tener tiempo, y sucumbe,

entregándose a morir cuando otro lo decida.

Pobre el achacoso por la nada y de alma deprimida,

que rechaza la sabiduría por apatía y pesadumbre,

por su falta de fe en la experiencia establecida.

¡Pobre juventud, alejada de un sol que los alumbre!

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