“Se parecen tanto unos a otros los partidos, que la única manera de distinguirlos es ponerles un color”

Rafael Barrett

Es notorio, pero habría que averiguar por qué sucede.

Me refiero a lo que en forma atinada refiere el periodista non Carlos López Arriaga, sobre el control que tras finalizar su mandato sigue ejerciendo el ex gobernador Francisco García Cabeza de Vaca sobre un gran número de políticos tamaulipecos panistas y en forma más evidente, en los diputados locales de la bancada de Acción Nacional.

La explicación más probable en la percepción de este servidor sobre ese dominio “a posteriori” puede derivarse de dos escenarios: El financiero y el político.

En el primero, el del dinero, queda claro que buena parte y en algunos casos en su totalidad, la fortuna personal de los actores de ese intento de continuismo desfasado tiene origen en el mandato cabecista. Son facturas que si entre socios se cobran, mucho más se deben liquidar entre cómplices, como es el caso de los legisladores azules y el anterior mandatario estatal.

Algunos ven lo anterior como un remedio de la filosofía de la Cosa Nostra, cuando la última lección que daban antes de fallecer los padres a sus hijos, era “la lealtad ante todo”, pero no es así, porque a diferencia de ese atávico consejo que añadía “menos ante la indignidad”, los herederos políticos de hoy conocen esa palabra sólo en el diccionario y algunos ni siquiera eso.

Poderoso caballero es Don Dinero, asienta en inmortales versos Francisco de Quevedo, frase que no pierde trascendencia aún cuando ya no esté en la silla del poder el bienhechor de sus cuentas bancarias y patrimonios.

Y vayamos al segundo: La influencia política.

El control que ostenta el ex gobernador tiene dos posibles futuros a mediano plazo: La caducidad o la extensión de dominio.

El término de su vasallaje se advierte como el saldo más probable, porque dinero que no se trabaja dura poco y lo menos que hacen los políticos es trabajar, pero podría tener una ampliación si la jerarquía nacional panista y aliados consideran a Cabeza de Vaca como un apoyo y lo incorporan a la batalla electoral del 2024, conservando su cuota de poder, que aunque menguado, continúa siendo una piedra en el zapato para la causa morenista.

Cualquiera de los dos escenarios se definirá necesariamente en este año…

NO ENTIENDEN QUE NO ENTIENDEN

Y para seguir con un tema paralelo, flaco favor está haciendo Ismael García Cabeza de Vaca a la alianza que busca el escaño del Senado en juego en este año.

Es ocioso decirlo, pero a más de tres meses del cambio de gobierno, a estas alturas ese apellido sigue produciendo escalofríos en gran parte de los tamaulipecos y el senador es ejemplo notorio de que esa familia no entiende que no entiende, al aparecer en redes sociales como si fuera un activo político para su partido, cuando para la mayoría es un lastre.

Para confirmarlo basta recordar que cuando César Verástegui parecía remontar a Morena en la campaña por la gubernatura, la intromisión de Francisco García en aquella fatídica tarde para el Truko en Tampico, frenó de golpe ese ascenso, al dinamitar el entonces gobernador la confianza que despertaba el candidato, ante la percepción de que el continuismo tocaba a la puerta en Tamaulipas.

No, no entienden…

AYER Y HOY EN LA UAT

Escribo estas líneas hasta ahora porque esperé a ver disipadas las brumas que se cernían sobre la Universidad Autónoma de Tamaulipas, ante la por fortuna fallida intentona de restablecer el nefasto porrismo en esos campus.

Me congratulo de atestiguar la postura sólida del rector Guillermo Mendoza ante quienes pensaron que la violencia podía ser nuevamente moneda de cambio en la UAT. El rechazo absoluto, arropado por toda la comunidad estudiantil, docente y administrativo, a regresar a esa etapa indeseable, marca el perfil de una institución cuyo nivel académico es un orgullo al cosechar reconocimientos propios y ajenos.

Lejos quedaron los días -hay que celebrarlo- en que el entonces también rector, José Manuel Adame Mier, en paz descanse, trataba de justificar infructuosamente ante la sociedad los abusos de grupos sin ley con una frase: “Los muchachos tienen capacidad de respuesta”.

Bienvenidos los nuevos tiempos…

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