LA PROMESA
Mi tiempo, tu tiempo, nuestro amado tiempo,
mi risa, tu risa, nuestra risa, con calma, sin prisa
mi amor, tu amor, nuestro amor y el firmamento
mi vida, tu vida, nuestra vida, divino complemento
Con un beso mi tiempo se unió, muy mío, muy tuyo,
mi risa se perdió en aquel callado y suave murmullo
de una voz que perdió su voluntad y su orgullo,
al pensar que tu amor de ayer ya no era suyo.
Tu tiempo se esparció como polvo de estrellas,
confundido te busqué entre las más grandes y bellas,
pero no te encontré la luz en ninguna de ellas,
y el amor del ayer se dividió como granos de arena.
Nuestro tiempo pasó a cumplir la triste condena
de los que mucho se amaron sin culpa y sin pena,
dedicando su esfuerzo a quien no puede cumplir la faena,
olvidando la promesa que el sacramento de amor nos ordena.
Correo electrónico:
enfoque_sbc@hotmail.com