A estas alturas, las tres casas de campaña de los “suspiradores” por la Secretaría General de la Sección 30, sus cuartos de guerra con sus generales, ya tienen los números electorales en sus manos, de acuerdo a la operación política que realizaron.

Los afiliados al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y sus familias, viven un día histórico, pues por primera vez van a elegir —presuntamente— de forma libre, mediante un voto secreto, a quién realmente quieren para que dirija a la Sección 30.

Además de que —por primera vez— cada trabajador de la Educación, entiéndase maestro, directivo, administrativo, supervisor, personal de mantenimiento e intendencia, entre “otros”, va a votar; también se presenta un escenario para la sociedad tamaulipeca muy importante, pues esos trabajadores nos demostrarán el grado de educación que tienen al acudir a las urnas.

Por ello, un “apartado” de los resultados electorales de este viernes, que podría llamar la atención de los analistas, será la cifra de la posible abstención y sus motivos, debido al poco universo que participará en esta elección, entre personal activo y jubilados.

Si se presenta una sustancial abstención en un gremio en donde todos tienen intereses muy marcados, porque se juegan quién los defenderá en sus derechos laborales, entonces se demostrará que los docentes no están preparados para ejercer su libertad a elegir, lo cuál sería una verdadera pena.

Si el “fantasma” de la abstención se da entre los trabajadores de la Educación, en un proceso en donde la propia SECRETARÍA DE EDUCACIÓN DE TAMAULIPAS (SET), les dio el día libre para que ejerzan su voto; también se demostrará que una buena parte de los trabajadores de la Educación no toman muy enserio las prácticas democráticas que se pretenden en la vida sindical de México.

Resultaría muy preocupante que en esta “mini-campaña”, con muy poco universo de votantes, pero que son muy importantes para la vida pública no sólo de Tamaulipas, sino de México, se le abriera una pequeña rendija a la abstención.

Si hay abstención, se demostraría que una parte del gremio magisterial: pequeña, mediana o grande, no está preparada para caminar sola; ni tampoco está preparada para enseñar a otros el avanzar de forma independiente.

En resumen. Si los encargados de forjar a las futuras generación, si quienes son los motivadores de las futuras mentes pensantes de México, se abstienen de ejercer su voto, ¿qué se le puede pedir a quienes reciben de ellos la instrucción escolar?

Hasta el cierre de la presente colaboración (17:36 horas) todo era calma en el entorno educativo de la entidad; salvo los clásicos señalamientos en redes sociales, desde esas parcelas oscuras del anonimato, que mantenían desde todas las trincheras, la fuerte metralla hacia los tres contendientes.

NAIF JOSÉ HAMSCHO IBARRA (blanca), ARNULFO RODRÍGUEZ TREVIÑO(amarilla) y ABELARDO IBARRA VILLANUEVA (naranja), este viernes nueve de diciembre se enfrentarán realmente; allí se verán las caras, en un sentido figurado.

Cada uno representa una planilla, la blanca, la amarilla y la naranja; cada uno presentó sus propuestas; cada uno tiene su origen, sus “padrinos” y una visión particular de ver el sindicalismo magisterial.

Ahora sí que el magisterio tiene, de una forma inédita, la oportunidad de elegir a quién quieren para suceder a RIGOBERTO GUEVARA VÁZQUEZ, con todo lo que eso signifique.

Al final de este proceso, que probablemente no termine con la emisión del voto, pues podría alargarse ante la inconformidad de posibles resultados, tendrá que venir la “operación cicatriz”; pero el ganador, ¿qué podría “ofrecer” para conformar a los derrotados?

Además, y de forma inevitable, el ganador —de entrada— tendrá una importante resistencia al interior del gremio, con los seguidores de los otros dos contendientes y es allí en donde se presentaría otro fenómeno para analizar: qué tanto grado de civilidad presentarán cualquiera de los tres contendientes ante números adversos.

Sea quien sea el ganador, muy probablemente le tocará dirigir una Sección 30 con más de la mitad de los trabajadores en contra, más las abstenciones; ésa es la otra parte inédita de este proceso.

Es decir, el nuevo dirigente sindical, al menos de entrada y de botepronto, no la tendrá nada fácil, ya que el abierto rechazo quedará plasmado en las urnas, en números contantes y sonantes, al polarizar los votos.

Interesante, por donde se le quiera ver, este inédito proceso selectivo del gremio magisterial en Tamaulipas, en donde cualquiera de los más de 3.5 millones de habitantes puede ser espectador y opinador, pero muy pocos tienen voto selectivo, sólo poco más de 60 mil… Pendientes…

GRACIAS… Nos leemos hasta mañana

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