Poco a poco, pero nuestra muy querida y castigada Ciudad Victoria está cambiando de rostro, para propios y extraños.

En primea instancia, no sigue siendo el exagerado basurero en que los mismos victorenses, ante la apatía oficial, convertimos nuestras calles, y propiciamos que animales –de dos y cuatro patas- rompieran con las bolsas de desperdicios dejando un tiradero impresionante, común para el desarrollo de bichos y demás, y dueño de una imagen nada estética.

La basura ha mejorado en su recolección, aunque algunos de los que se dedican a ello ya hicieron “concha” y regresaron a las viejas prácticas.

Por una parte, la gente sigue sacando su basura hasta un día antes, sin pensar que nos afectan a todos; creen que con sacar su mugrero de casa ya hicieron una acción adecuada, pero no entienden que pasan a la comunidad su porquería, su falta de civismo y de actos solidarios.

Y los camiones de basura están teniendo un problema que es bueno atajar antes de que se haga costumbre: recordamos que algunas personas criticaban la cancioncita que traían cuando llegaban a cualquier parte, e invitaban a la gente a sacar sus bolsas: ya no la usan en muchos casos, y cuando te das cuenta, ya pasaron y te quedaste con las bolsas; si pasan dos veces por semana, hay que imagnar lo que sucede: o aguantas toda la basura y peste en tu casa, o la sacas antes.

No es excusa, porque debemos tener conciencia cívica, pero también, la autoridad debe colaborar, porque de otra forma, si uno cumple y el otro no, los resultados son poco favorables.

Insistimos en que no es disculpa o pretexto, pero quienes fueron ubicados en puestos de confianza para el control de este grave y gran problema por parte del alcalde Oscar Almaraz, tienen que entender que están siendo objeto de un salario pagado por el Ayuntamiento, es decir, nosotros, y nos tienen que responder.

Sin embargo, hay menos basura en los sitios ex profeso para ello.

Y por otra parte, Oscar Almaraz, aunque de repento no cuenta con un sistema de comunicación adecuado y no existe esa interacción con los ciudadanos, ha encabezad una y mil acciones para mejorar la vialidad en cuanto a infraestructura, es decir, hay mejores calles, y poco a poco se solventa el problema mayúsculo de falta de adecuadas calles para todos.

En ese sentido,esjusto reconocer que no son Supermán y no pueden estar en muchos sitios a la vez.

Pero hemos visto en boletines y videos que el alcalde Almaraz está de un sitio a otro, desde muy temprana hora, supervisando se hagan bien las cosas.

Y eso lo agradece mucho la ciudadanía.

Porque cuando viajamos en transporte urbano o en automóvil propio, pasar por esos tremendos baches es indignante, porque cuesta y mucho el resultado: llantas, suspensiones y más.

Pero, hemos de reconocer que se sigue trabajando sin descanso en este rubro.

Por cierto, si usted conoce a quien se encarga de arreglar estos asuntos y prioridades, en la calle de Jesús Elías Piña, donde se construye el nuevo centro comercial, ha quedado al descubierto una alcantarilla enorme y constituye unpeligro para cientos –miles- de victorenses que vivimos en esa zona y visitamos los centros culturales.

Urge que alguien ponga atención a este asunto que realmente afecta a muchos.

Pensamos que si hubiera una evaluación colectiva, Oscar Almaraz saldría con buena calificación, aunque, hemos de puntualizar: nunca deben conformarse y siempre buscar la mejora continua.

Vamos bien, pero no se lo crean, diría mi amigo.

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