Más allá de lograr un cuerpo definido, tonificado, y atractivo debido al entrenamiento físico, considero que la gran utilidad que se obtienen al hacer ejercicio está muy por encima del encanto superficial que esto pudiera parecer.

Sucede que, en la actualidad cuando necesitamos perder grasa corporal, y mejorar nuestro estado de salud, hay una gran diversidad de métodos que ofrecen cambiar nuestro estilo de vida; sin embargo, la mayoría suelen ser nocivos, rigurosos y algunos hasta pueden poner en riesgo nuestra salud.

Al decidir hacer cambios en nuestro diario vivir enfocados a llevar acabo alguna actividad física, estos deben estar arropados principalmente por el autocontrol que tengamos de nosotros mismos; es decir, implementar pequeños cambios, que, con el paso del tiempo nos ayudaran a construir la disciplina y constancia, dos ingredientes básicos en el logro cotidiano de objetivos.

El hecho es que, el hacer ejercicio, tiene enormes beneficios para nuestro bienestar físico, mental y emocional, lo sabemos, además, lo escuchamos todo el tiempo. Las redes sociales exponen una enorme cantidad de retos, dietas y procedimientos milagrosos; no obstante, el iniciar una vida saludable no requiere de cambios extremos, por el contrario, es sencillo y fácil de lograr para cualquier persona que se lo proponga.

Los expertos recomiendan que para tener una vida sana el 85% debe originarse de la alimentación, y, el restante 15% proviene del ejercicio físico. Por alimentación atiéndase la recomendación de acudir con un especialista en nutrición que constituya una dieta balanceada basada en alimentos que comúnmente encontremos en el supermercado.

En el aspecto físico, por mencionar un ejemplo, tenemos el gran aporte que resulta para nuestro cerebro el realizar ejercicio, pues se ha descubierto que al hacerlo se libera entre otras, una hormona llamada “Irisina” que ayuda a reducir la inflamación cerebral ocasionada por la edad, el stress, etc.; además, varios estudios demostraron que en muestras de sangre tomadas a personas al finalizar el ejercicio, se pudo advertir una sustancia llamada BDNF (Brain Derived Neurotrophic Factor) que ayuda a la formación de nuevas neuronas, mejora nuestra cognición e incrementa las conexiones neuronales ya existentes.

Por lo que se refiere a la salud emocional y lo que el hacer ejercicio es capaz de aportarnos, debo expresar de manera contundente que ha sido un gran aliado en mi vida para afrontar momentos imprevistos. Tal es el caso de lo sucedido en el año 2020, bautizado como “el año de la pandemia que cerró al mundo”; sin embargo, los beneficios de practicar ejercicio logran que en tu sistema emocional suceda algo extraordinario, como es, el ser capaz de reflexionar y encontrar nuevos caminos para seguir adelante.

Luego tenemos el bienestar mental, y que a través del ejercicio entre otras alternativas, pudiera ser una parte generadora de ideas, proyectos y nuevas formas de enfocar nuestra existencia.

En suma, considero altamente recomendable, por experiencia propia, el llevar a cabo un modelo de ejercicio, ya sea de forma aeróbica como caminar, trotar, andar en bicicleta, baile, y otros más, que traen consigo la gran utilidad de oxigenar nuestro organismo, y ayuda a nuestro sistema cardiovascular. En el mismo sentido, el fortalecimiento muscular o cargar pesas moderadamente, ayuda a las articulaciones y a consolidar de manera eficiente el sistema óseo. De igual forma, está demostrado que practicar yoga promueve una mejor calidad de vida, logra mayor flexibilidad sobre todo en la columna vertebral, mejora el equilibrio y actúa de manera directa en beneficio del sistema endocrino. De manera especial recomiendo el “Hata Yoga” que se enfoca principalmente en la respiración al ejecutar las posturas básicas de dicha disciplina.

El beneficio que se obtiene de todo lo anterior a través de la práctica del ejercicio, es la movilidad de nuestro cuerpo y el dominio de la mente, y que justamente vamos a requerir en la última etapa de nuestra vida. No importa la edad, nunca es tarde para iniciar, es sencillo, solo es disciplina y constancia.

Como bien dijo: Buda Gautama: “Sabios son aquellos que dominan el cuerpo, la palabra y la mente, ellos son los verdaderos maestros”.