“No pienses que el dinero lo hace todo o acabarás haciéndolo todo por el dinero”…

Voltaire

Me queda claro, para el Partido Verde Ecologista su prioridad es –siempre lo ha exhibido– seguir con la llave en la caja fuerte del presupuesto.

Ha hecho y hace todo lo que puede para mantenerse dentro de las arcas públicas. No hay tarea que fatigue a sus próceres ni objetivo que les sea imposible cuando de obtener dinero se trata. Cambiar de aliados, enterrar viejos acuerdos, traicionar en forma artera y enamorarse de todos los colores, es y por lo que se ve será, su acomodaticio estilo de vida.

Como dicen en el argot hamponesco: Es su modus operandi.

¿Por qué perder el tiempo repitiendo esto que ya todos saben?

Porque hoy en Tamaulipas ese membrete y sus dirigentes están dando una muestra palpable de que su meta puede ser cualquiera, menos el que le da nombre a su establo político: La ecología.

Si me permite, expongo esta percepción.

Gran parte de nuestra geografía ha sido históricamente, es y seguirá siendo, un espacio en riesgo permanente para los incendios forestales. Sus amargas experiencias en ese tema y las estadísticas ubican al Estado entre los que registran en la República Mexicana las mayores probabilidades de sufrir ese tipo de tragedias. Tragedias económicas, productivas, sociales y sobre todo remarco: Ecológicas.

¿Alguna vez ha visto a los mandamases del PVEM entre las brigadas que enfrentan los siniestros en la sierra estatal?

Tal vez no los he visto –concedo la duda– pero en lo general lo más evidente es que  brillan, pero por su ausencia.

En estos momentos, la muestra más clara y cercana es el incendio que sigue destruyendo flora y fauna de la montaña cercana a Ciudad Victoria. Hasta ahora, no he visto, escuchado o leído, un pronunciamiento del ex priísta Manuel Muñoz Cano, hoy representante del Verde, sobre esos indeseables acontecimientos ambientales. Mucho menos he sido testigo, aunque sea de lejos, de acciones concretas para apoyar a las instancias gubernamentales en el combate al infierno que padecen esas zonas boscosas.

Para qué hablar de sus candidatos. Si el supuesto líder no se mueve, todos se acomodan en un sillón para ser testigos de piedra de esa destrucción, en seguimiento de un usual juego de la política mexicana: Lo que hace la mano hace la cola.

Para hacer honor a su trayectoria, debería el PVEM actualizar su nombre.

Tal vez, en una respetuosa sugerencia, podría conservar lo de Partido Verde, pero en lugar de Ecologista –dado que ese rubro es lo último que le preocupa– podría rebautizarse como Oportunista.

Más fiel a su perfil, imposible…

LA MISMA, PERO ADORNADA

Sin quitarle un ápice de importancia al dictamen, la iniciativa para crear la Guardia Estatal Carretera presentada por la bancada morenista y prácticamente aprobada por el Congreso Local, en realidad es una medida derivada de un planteamiento anterior de Edgar Melhem Salinas, de la disminuida fracción priísta.

La esencia de la propuesta del diputado guinda Eliphalet Gómez Lozano, es sumamente parecida en su mayor parte a la elaborada por Melhem, sólo que ahora adornada con cerezas y chispas de chocolate, al contar con la aprobación adelantada de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y de la Secretaría de Gobernación.

¿Había necesidad de maquillar esa medida?

No en su esencia, pero sí de darle otro color a la última mano de pintura. Así las cosas…

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