Siempre buscamos los seres humanos una fecha para comenzar un proyecto, deseo o plan, somos especiales en ese aspecto.

Tenemos por ejemplo, que para el día primero del año vamos a comenzar la dieta, a hacer ejercicio, a cambiar tal o cual cosa, a mejorar cierta rutina y así, nos vamos de acuerdo a los planes y proyectos establecidos.

Aunque muchas veces éstos abortan porque no tenemos la fuerza suficiente para mantenerlos.

En el caso del ejercicio, es muy común que iniciamos como potros y salimos como burros, o sea, comenzamos con todo el entusiasmo del mundo, pero a los pocos días dejamos de llevarlo a cabo. Malo que un día lo dejemos, porque ya tenemos el pretexto para el otro, y así sucesivamente.

Los que vivimos con diabetes hemos abrazado la filosofía de los tres untos básicos para el control de esta que son una correcta alimentación, actividad física y atención médica. En el caso de la actividad física, la Secretaría de Salud sugiere, en base a los estudios que existen, que desarrollemos al menos actividad por veinte minutos al día, preferentemente aeróbico, ya que es el que mayor beneficio aporta al organismo.

Los diabéticos nos beneficiamos mucho con ello, pero no solo nosotros, sino todo el que abraza esta rutina de salir a caminar. Dice el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de la SST, Alejandro García Barrientos que los expertos coinciden en que es mucho más barato prevenir que curar, y además, tiene mayores beneficios para cada uno de nosotros.

El subsecretario recuerda que los que decidimos iniciar -y seguir- con el ejercicio tenemos muchas ventajas, porque finalmente, logramos que nuestro cuerpo tenga movimiento que permite mejor circulación sanguínea, y por consiguiente, mejor funcionamiento de los sistemas y órganos.

Y para tal efecto, sugieren diversas actividades, siendo la más sencilla el salir de casa y dar vueltas a la manzana, con zapato cómodo, ropa holgada y cómoda, sin nada que nos ocupe las manos para contar con un braceo adecuado que ayuda mucho más, y si además acompañamos la rutina con alguno de nuestros seres queridos, propiciamos la comunicación y mejor relación interpersonal -tan vilipendiada en los últimos años por culpa de las redes sociales- y todos salimos ganando. Así de sencillo es el asunto.

Recientemente surgió una información acerca de la medicina preventiva, y el doctor Alejandro García Barrientos comenta que es en ella donde hay grandes inversiones de personal de la Secretaría de Salud, recursos materiales y de todo tipo, con la idea de constituir un estado saludable para todos, que finalmente, es la meta de la dependencia donde participa activamente con este tipo de programas.

Y es que muchas personas esperan la inscripción al gimnasio y la compra e ropa de marca para hacer esta actividad: no es necesario, solamente hay que cubrir los minutos que el organismo nos demanda, y claro, reforzar con una adecuada alimentación que pueda ser lo más cercano posible al ideal que manejan los nutriólogos, de acuerdo a nuestra edad, actividad física, estado médico actual y condiciones en general.

Es cuando podemos cumplir con esa “trilogía” que en pláticas de diabetes escuchamos muchas veces y que nos permiten salir con éxito de una enfermedad devastadora en muchos aspectos, pero que puede ser controlable en sus consecuencias si tomamos a tiempo las medidas.

Si tiene oportunidad, este domingo es un buen pretexto para salir a caminar: salga al estadio, al diecisiete, a la cuadra de su casa, al parque cercano o a donde quiera, pero haga del ejercicio una bonita costumbre cotidiana. Si no puede en las mañanas por cuestiones de trabajo y familia, dese el tiempo en las tardes o noches para hacerlo, que su organismo se lo va a agradecer de la mejor manera: con un estado saludable y menos visitas al médico, que es lo que se pretende.

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