Hemos visto un buen número de agentes de Tránsito en acción en distintas calles de al ciudad, y en forma alterna, vemos cada vez más irresponsables que manejan con el celular en la mano, haciendo caso omiso a la recomendación para evitar tal acción que reviste un grave, muy grave riesgo para los que manejan en esa estúpida forma y para los demás.

 

Esta semana de trámites y m´s, hemos padecido un gran número de veces el ir detrás de un –una- retrógrada con el celular en la mano, que vienen platicando quien sabe con quien para que sea tan importante, pero insistimos, cada día vemos más irresponsables… y nada de autoridad.

Los agentes de Tránsito local se apostan, como antaño, en el Boulevard; unos afirman –grabaciones de por medio- que están obligados a llevar determinado número de infracciones, caso contrario, los sancionan. Otros, simplemente comentan que ahí todo mundo pasa a más de 50 kilómetros por hora, así que la infracción es casi automática, y cumplen con su cuota.

Pero… ¿y el orden en la ciudad?

 

Es tiempo, sinceramente, que los miembros de nuestro Cabildo se den una vuelta en un automóvil común y corriente y se den cuenta, que vivan el grave riesgo, para que sepan el riesgo y la magnitud del problema.

Ahora bien, si dicen que es para recaudar fondos el actuar indiscriminado de los agentes de vialidad, ¡qué mejor que tomar a estos inconscientes de los celulares!

 

Las multas son grandes, es decir, el Ayuntamiento se haría de muy buen dinero, aunque para ello deben perder el miedo a creer que van a perder la chamba por detener a un o una familiar de funcionario superior, de esos patanes que amenazan con cesar y castigar a todos cuando los “molestan” en su charla de WhatsApp vial.

 

Pero para que esto suceda, nos gustaría ver a las autoridades municipales en las calles, a la hora de la entrada de las escuelas, donde los “amigos” del alcalde abusan de su relación y se estacionan donde y cuando quieren, que salieran para entender lo que vivimos diariamente los victorenses, y entonces, no sugerir, no ordenas, sino simplemente hacer que se cumpla la ley.

 

¿O es tan difícil cumplirla? ¿A qué le tienen miedo?  Oscar Almaraz no es de esos que se doblen con las multas y esté condonando a diestra y siniestra: es un alcalde consciente que trata de que nuestro municipio tenga mejores condiciones de vida: se levanta muy temprano para supervisar obras de toda índole, prueba de ello es que con las lluvias del jueves no tuvimos las graves inundaciones propias de una ciudad sin mantenimiento de drenes.

Vimos cuadrillas trabajando en toda la ciudad desde el lunes, limpiando canales y drenes, conjurando muchos peligros, y hemos de confesar que también de la Comisión Federal de Electricidad les vimos trabajar haciendo mantenimientos preventivos de cualquier desgracia. El resultado: menos inconvenientes.

 

Es por eso que nos gustaría ver al alcalde en la calle con un grupo de agentes, provocar que la gente se ajuste a la ley, y que se cumpla, sea quien sea, porque no tenemos derecho a ufanarnos de una amistad aparente con la autoridad y fingir  y no respetar la ley.

 

Nuestros hijos están creciendo en esa absurda cultura del abuso de autoridad y la prepotencia. Si realmente los quisiéramos, les enseñaríamos a vivir dentro de la ley: pagar impuestos, exigir obras y servicios, respetar las leyes, tener un trabajo decente y más, pero a veces nos vamos más por la fácil y les dejamos ser la clase de monstruos que son.

 

Con mucho amor, hijos nuestros, pero monstruos por su comportamiento social, que no cambia desde hace décadas.

Es hora de cambiar, y si viéramos al alcalde-si nos dejaran verlo- le pediríamos apretar medidas para cumplir la ley, porque Victoria debe tener una autoridad que irradie cordialidad, respeto y observación de las leyes. 

Que es absolutamente necesario.

 

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