Con el voto, los ciudadanos ejercemos nuestro poder, o sea nuestra facultad Constitucional para elegir a quienes gobernarán y dispondrán de los recursos públicos.
También vamos a elegir a nuestros representantes en el poder legislativo, como vivimos en una democracia representativa, ellos tomarán cotidianamente las decisiones para modificar las reglas que nos rigen y la asignación del gasto público, también van a decidir la cantidad y la forma de la recaudación, sean impuestos, derechos, deuda…etc.
Estamos en una de las últimas fases del proceso electoral; los ciudadanos, ahora, podemos reflexionar sin el ruido de las campañas y la propaganda política, vamos a analizar las razones que nos mueven a decidir el sentido de nuestro voto.
Difícilmente conocemos realmente a todos los candidatos, ellos nos han dado a conocer su mejor “cara”, sus cualidades y sus propuestas, son muy parecidas y eso podría confundir nuestro juicio.
Por eso el electorado necesitamos decidir no solo en la oferta retórica y propagandista de los partidos y candidatos, en realidad necesitamos observar lo que han hecho cuando han gobernado, si lo han hecho en favor de los intereses de la comunidad y la nación o si solo han obedecido a intereses personales o de grupo. Es su práctica lo que los define mejor.
Por ello será necesario juzgar y decidir en base a cómo gobiernan o han gobernado, lo mas seguro que si vuelven al poder harán lo mismo o algo muy parecido, por lo que sabremos si les damos nuevamente el poder para que nuestras comunidades continúen con más de lo mismo, o si queremos cambiar de rumbo y de conductor.
Por otra parte, ante la problemática social que se sufre, ya sea en lo económico, como es el empleo, los ingresos o si se trata de servicios públicos e infraestructura para beneficio social, o en materia de seguridad y justicia, cada candidato ha hecho propuestas y compromisos para atender las demandas sociales, en ese caso será necesario considerar su capacidad para llevarlo a cabo, su capacidad de gestión, su estilo de liderazgo y en fin su fuerza para la realización de los proyectos comprometidos para el bienestar social y la superación de los problemas que padecemos.
La otra cara del juicio para decidir, es la que corresponde a la confianza en los candidatos y sus equipos, su estilo de vida y de trabajo, si ha demostrado que es una persona honesta, honrada de principios afines a la comunidad, o si merece nuestra desconfianza por no poder demostrar la legitimidad y manera honesta de obtener el patrimonio familiar.
Yo creo que todos queremos lo mejor para nuestra gran nación, queremos que los recursos públicos se apliquen en las prioridades sociales y que no sean degradados por los cortes o “moches” de quienes tienen el poder de administrarlos, por eso nuestra decisión personal y colectiva pesará en el destino de nuestras comunidades y familias, por eso será necesario que analicemos muy bien las principales opciones que tenemos, no serán las ideales, es lo que la historia actual nos ofrece y el poder es del electorado.
Podemos influir para que se consolide el proyecto de nación y el plan de desarrollo del gobierno federal y de los gobiernos locales, dándoles el beneficio de la duda a lo que se está emprendiendo, o decidimos regresar al sistema y al estilo anterior; estamos mirando por un futuro mejor para nuestras familias o deseamos que se regrese al pasado que ya conocimos.
Tú, electora o elector tienes el poder para conservar o cambiar.
Numeralia:
Cargos de elección en disputa en todo México Por Entidad:19,915
Cargos de elección en Tamaulipas: 544
Cargos de elección en Puebla: 2,285
Fuente: INE
Todo el Poder al Electorado
Con el voto, los ciudadanos ejercemos nuestro poder, o sea nuestra facultad Constitucional para elegir a quienes gobernarán y dispondrán de los recursos públicos