Tejido social sano es la red de relaciones que se genera a través de dinámicas de trabajo desarrolladas de manera conjunta entre ciudadanos e institucionalidad pública y privada con propósitos comunes benéficos para todas las partes.

Este tipo de tejido entrelaza el conjunto de actores sociales existentes en el territorio, reconoce al ciudadano en las decisiones, reconoce las diferencias en el ejercicio de sus funciones de ciudadano y de gobernantes, de servidor público y de quien paga sus salarios y las articula para exigir ordenadamente un propósito común, servir al pueblo.

El tejido social, afirma los valores de la participación y la toma de poder ciudadano en las decisiones de gobierno. El ciudadano pasa de ser un espectador a ser actor de las decisiones que se toman para su bienestar; la organización y la articulación, la democracia, la cultura y el capital social, la forman ciudadanos, no los gobernantes. El tejido social juega papel primordial en los procesos de formación, cohesión social, identidad colectiva, solidaridad, reciprocidad y corresponsabilidad.

Gobernar es un ejercicio dirigido a articular a los habitantes y las instituciones  para que unos y otros complementen, potencien y aprovechen las capacidades existentes para generar un desarrollo efectivo; así, los ejercicios de articulación se convierten en mecanismo de cooperación para lograr la permanencia de los propósitos sociales trazados para el bienestar común, reconociendo que la tarea de mejorar las condiciones de vida de los habitantes de un territorio no es responsabilidad exclusiva de las instituciones del estado, sino que demanda el compromiso de las instituciones privadas y comunitarias.

Este tipo de funcionarios, con vinculación social, son los que México necesita para ser un país de éxito. Es un castigo para Victoria que el IMSS Tamaulipas se maneje por ejecutivos que se apeguen al dinero y desatiendan al usuario. El usuario desea atención pronta, con humanismo y que resuelva su problema, sin embargo, en Victoria el IMSS no crece y por ello, los trabajadores de la salud no logran que su trabajo se aprecie ante la falta de acceso a la atención y de recursos diagnósticos y terapéuticos.

En Tamaulipas lo que cambió en el IMSS son los personajes de mando y cambió para mal. La codicia es su labor realizada con cinismo e impunidad pues al concluir pasadas administraciones estatales dejaron cuantiosos pasivos (adeudo por ejercer más dinero que el autorizado en el presupuesto en un ejercicio fiscal), que la alta burocracia del IMSS, que constituye una onerosa carga para sus finanzas, simplemente pagó, sin cuestionar.