Ama tu vida y tu trabajo para contagiar positivamente a los demás.
Busca la mejor forma para agradar de mejor forma a los demás.
Que tu estado de ánimo sea un ejemplo que contagie a los demás.
Reconoce las virtudes ajenas.
Aprende a escuchar con atención a tu interlocutor, no lo interrumpas.
No te expreses sin antes pensar tu alocución.
Disfruta el éxito de tus semejantes en lugar de la crisis destructiva.
Hay que reconocer el talento ajeno.
Vedado en tu existir el rencor y el deseo de venganza.
Se pronta a la colaboración.
La puntualidad es signo de buena educación, el hacerte esperar provoca sólo desesperar a quien por ti espera. Organízate en tus tiempos.
Oculta tus penas y malestares en tu corazón.
Procura siempre ser amable, que la sonrisa sea el adorno de tu rostro.
No discrimines a los seres humanos por su nivel humilde.
No opines cuando se trata de una cuestión íntima de otros.
Respeta la dignidad de todo ser humano.
Responsabilidad y obligaciones si has aceptado un compromiso.
El ser agradecido te señala como amigo y cariño.
El ser zalamero y adulador no te favorece.
Nunca serán demostraciones de personas sinceras.
Ésto es todo por hoy.
Hasta la próxima. Carpe diem.