Hoy me levanté cantando sin saber cantar, al soñar que departía en una fiesta muy singular con la agradable compañía de mi señor padre Salomón Beltrán García, quien se encontraba, por cierto, dando una especie de concierto en el Patio de la Amistad, sitio donde con mucha frecuencia concurrían los bohemios más destacados de nuestra amada ciudad y otras partes del estado. El Químico como todos le decían, con su bien entonada voz, complacía a cuantos le pedían una canción, en ocasiones, con música y letra de su autoría; otras, con las bellas melodías de importantes compositores de la época de oro del romanticismo de nuestra patria querida.
Cantaba en el sueño de ocasión una hermosa composición que solía interpretar Marco Antonio Muñiz entre otros prestigiados cantantes y se titulaba ¿Qué es el amor? Recuerdo de la canción una parte de la letra: “Cuando las horas pasan lentas, en mis momentos de agonía, despierto sueño, noche y día y me pregunto ¿qué es el amor? Amor es ir tras de una boca, besarla irremediablemente, amor es una cosa loca, que da la vida, que da la muerte”
Hoy me levanté recordando a mi padre, no hablo de su partida, hablo de su vida y de cómo su vital energía sigue presente en mi corazón, tal vez algunos de sus amigos, aquellos que estuvieron más tiempo y más cerca de él aún lo recuerdan, otros ya estarán reuniéndose en otra dimensión y siguiendo la hermosa tradición de cantarle a la vida, de cantarle al amor.
Eso es lo que me pasa a mí, cuando las horas pasan lentas y extraño los momentos felices que he pasado con la familia, con los amigos, con tantas personas, que de haber parecido extraños se convirtieron en familia y a los cuáles, igual que mi amado padre, los llevo en el corazón, y en cada sueño, cuando se abre el portal de la comunicación espiritual, disfruto tanto su amable compañía.
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