Caray, mecánicas simples a las que se recurre en los hospitales de manera cotidiana en momentos de crisis o en el período vacacional de diciembre, es no programar cirugía electiva (la que se programa pues no está en riesgo la función, un órgano o la vida de una persona) e iniciar la programación de acuerdo al estado de salud y al restablecimiento de la capacidad del sistema, no recurrir a esta simpleza llevó a la Secretaría de Salud a que una crisis temporal de abasto se le impute como un desastre.
¿Por qué sucedió? Por la desatención de la estructura central de mando hacia el desabasto que no se corregía con la prontitud, que con seguridad la Secretaría de Salud desea, y por la falta de intervención oportuna de los directores de hospitales estatales para establecer la manera de enfrentar la crisis por desabasto, lo que forzó a los subalternos a informar por oficio al Director que suspenderían cirugías programadas por falta de insumos.
Un par de oficios en ese tenor, surgidos de los mandos medios de hospitales dirigidos al Director, dio carácter oficial y absoluto a una situación transitoria, y fue el detonante que llevó al Congreso a intervenir.
A la Secretaria la dejaron en estado de indefensión y ella misma, al no informar de las negociaciones de su responsabilidad para restablecer el abasto, la mataron. Fue terrible escuchar su respuesta a la pregunta, ¿quién la recomendó? “Mi trabajo, el Comisionado”.
No tuvo la fortaleza, el aplomo necesario para expresar lo que es un hecho, “por mi trayectoria, el Gobernador me brindó la oportunidad” En el período de vacaciones navideño, la mitad de los trabajadores de una unidad médica pueden gozar vacaciones, se refuerza con los suplentes y la atención se dedica a las urgencias, sean provenientes de una cirugía por programar que se complicó, o de un paciente que no estaba en esa condición y que manera aguda amerita procedimiento quirúrgico; al servicio de consulta externa para continuar la atención de los pacientes con tratamiento y a los que presenten un problema de salud que corresponda a la consulta externa; y a los pacientes hospitalizados.
Hay más estrategias. Se solicita al médico quirúrgico lleve a quirófano a pacientes que por su estado de salud sea absoluta la cirugía y los demás pacientes se anota en una relación en la Jefatura de Cirugía, para su incorporación a la programación conforme se restablezca el estatus de abasto; puede otorgarse vacaciones a médicos quirúrgicos en tanto “pasa el temporal”.
Sin embargo, el aislamiento de la Secretaría de Salud para con los directores de hospital parece evidente, de no ser así, aunque la Secretaría de Salud y los Directores estén en contacto, mantengan diálogo, ambos actores, Secretaría y Directores de Hospital se quedaron en inacción, olvidaron recurrir a los líderes naturales de los hospitales o si lo hicieron no hubo liderazgo para conducir la nave en una temporalidad de crisis, y la salida que se tomó en los hospitales para aliviar la intensa presión de pacientes y familiares por ser intervenidos quirúrgicamente para recuperar la salud, fue soltar oficios de suspensión de cirugía, lo que deja en evidente falta de oficio a los Directores y a las autoridades estatales con relación directa en la atención de la salud.
No comprendieron el riesgo en el que la salud de los tamaulipecos se encontraba, no supieron la manera de intervenir, o no les importó hacerlo.
Es manifiesta, cuando menos, su falta de oficio para liderar y dar tiempo y oportunidad a la Secretaria para intervenir con éxito, en las diversas ventanillas ante las que debe recurrir para restablecer el abasto, lo que ya sucede.
Una crisis temporal, directivos estatales y directivos de hospitales la convirtieron en un hecho condenatorio, en una situación absoluta. ¿Los directivos involucrados en el manejo de esta crisis habrán perdido la confianza de la Secretaria al mostrar abiertamente que no tienen liderazgo, que no saben manejar una crisis, o que tal vez no les importó hacerlo? La sociedad se afectó de manera dolorosa y perdió la confianza en las instituciones involucradas. Recobrar la confianza del usuario, recobrar la aprobación de la sociedad debe ser el objetivo toral de la Secretaria.
Debe ser capaz de formar un entorno laboral en el cual se otorgue servicio oportuno, con trato humano, y que resuelva de manera pronta los problemas de sal