El PRI vive en fea tristeza

por tiempos que ya fueron,

pero que nunca volvieron;

y ahora sólo se tropieza…

 

No logra carros completos

sólo por “pluris” se pelean,

los que gusten no lo vean;

deambulan en esqueletos…

 

NOTA: te invito a que veas el más reciente #VideoEditorial, en mi muro de Facebook; aquí el link para acceder: https://bit.ly/3ouaInu  Es contenido exclusivo… Gracias…

INICIAMOS. —Ya no es noticia que el otrora partidazo, es decir el Partido Revolucionario Institucional (PRI), a nivel nacional, se sigue hundiendo porque unos con otros se están comiendo, en un claro exterminio político.

Esto se ve desde lejos, pero más de cerquita y los dinosaurios tricolores no se chupan el dedo, saben las causas de esta realidad que lacera los sentimientos y pega hasta lo más adentro del tuétano tricolor de los miles de priistas que todavía sobreviven.

Traiciones, imposiciones, saqueo, corrupción; son parte del legado priista que persiste en México y que condena a la actual clase política de ese partido a renovarse o morir: así de simple.

Quién lo dijera: aquella maquinaria electoral productora de presidentes, gobernadores, senadores, diputados federales, legisladores locales, alcaldes y una obesa burocracia se ha desvielado; reventaron la máquina por tanto abusar de ella.

En Tamaulipas, la cosas al interior del PRI están que arden y si no ha trascendido más allá de las fronteras de los secretos a voces, es porque el Partido, en este momento, “ya no es noticia”, a pesar de que tiene dos ex gobernadores presos, uno ocultándose y otro dando lástima en cargos partidistas para no morirse de hambre.

Aquella disciplina que se presumía, ya no existe; de la lealtad partidista, mejor ni hablemos porque es letra muerta… El PRI, como aquellos abuelitos sentados en una banca, sólo mira para atrás, al baúl de los recuerdos, suspirando porque aquellos mejores tiempos que se fueron.

En el absurdo de las calamidades o de las condiciones terminales que vive el otrora partidazo, todavía hay voces como la de su dirigente MAYRA OJEDA CHÁVEZ, que insiste en mantener una alianza con el Partido Acción Nacional (PAN), en la ilusión de estar dentro de la pepena de posiciones plurinominales, porque sabe bien que como partido es a lo único que se aspira en este momento.

Sin estructura, sin financiamiento, sin liderazgo, no sólo en Tamaulipas, sino a nivel nacional, la realidad a la que se enfrenta el PRI es deplorable de cara al 2024.

Los viejos líderes que aún le sobreviven, de forma tímida han hecho sentir su incomodidad y rechazo a mantener un “amasiato” con el Partido Acción Nacional o una “orgía electoral” con los azules, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y con Movimiento Ciudadano.

Están sentidos, están dolidos y algunos dinosaurios tricolores tamaulipecos buscan revancha; pero no saben cómo. Esos “padres” del mapachismo, de la operación política, del embarazo de urnas, del ratón loco; están reflexionando sobre lo que sigue, poniendo la vista en el Estado de México y Coahuila.

Saben bien que, en esta elección, de esos estados, muy apenas podrán sacar adelante a Coahuila, porque en el Estado de México, el llamado “Grupo Atlacomulco” ya es vaca que no da leche y debe ir al rastro.

El PRI está muy deforestado; es un árbol viejo plantado en una tierra brutalmente erosionada, pero que puede reverdecer si llegan a brindarle atención buenos agricultores.

Sólo que, en la dirigencia estatal actual, no hay buenos cuadros que entiendan de la “alquimia electoral” que logre revertir el daño que tiene ese árbol que una vez fue frondoso y dio mucha sombra…

Los actuales priistas, los que le saben a la gimnasia electoral y que todavía son capaces de dar maromas y saltos triples, no piensan en posiciones políticas ni candidaturas, porque saben bien y bien que saben, que sin partido no se alcanzan candidaturas, ni siquiera plurinominales.

Qué le pasó al PRI tamaulipeco: fue traicionado por el último Gobernador que tuvo; fue abandonado por golondrinas y golondrinos disfrazados de tricolores y, además, le endosaron todas las cuentas por cobrar y esa es su triste realidad.

Lo más grave es que cuando el PRI se alió al PAN y al PRD, lejos de beneficiarse como se pensaba, salió poniendo y hasta perdiendo, pues el ex gobernador FRANCISCO JAVIER GARCÍA CABEZA DE VACA, soltó muchísima lanototota para debilitar más al PRI.

Paradójicamente esa alianza que tanto rechazó ÉDGAR MELHEM SALINAS la siguen defendiendo quienes hoy dirigen el PRI tamaulipeco, entiéndase MAYRA OJEDA CHÁVEZ y pandilla o incluso TINO SÁENZ COBOS, quien sueña con ser dirigente tricolor en la entidad… ¡Calla pesáo!

GRACIAS… Nos leemos hasta mañana

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