De entrada la justicia no puede ser un concurso de simpatías, por otra parte los aspirantes a jueces y ministros de la Suprema Corte de la Nación en este novedoso modelo, tendrían que realizar una campaña, cuyo costo estaría bajo la sombra de la sospecha, seguramente sobrarían patrocinadores con dudosos intereses. Solo Estados Unidos y Bolivia utiliza este procedimiento, o por lo menos son los casos más conocidos.
En Estados Unidos cada estado tiene su propio procedimiento, en unos estados los interesados pueden postularse de manera directa, en otros requieren de un partido político y en otros casos provienen de una propuesta oficial que es sometida a confirmación por votación.
Este sistema de elección en el caso norteamericano ha generado que los jueces que aspiran a ministros, o abogados que buscan ser jueces, sean víctimas de campañas de lodo que provienen de grupos de interés o reaccionarios.
En esas condiciones es obvio que quienes carecen de recursos para realizar una campaña quedan excluidos, y no es precisamente la capacidad o formación profesional el escaparate para buscar un puesto de esta naturaleza, y que el financiamiento de terceros resulta ser nocivo para el sistema judicial, y no puede ser frenado, aunque se prohíba en el procedimiento y se establezcan sanciones por ley.
Ser beneficiario de esta forma de financiamiento externo, por llamarlo de alguna manera, vendría a predisponer a los jueces a actuar a favor de sus donantes, dice el refrán, amor con amor se paga. Por otra parte, en los procesos de reelección o de buscar otra posición el mismo sistema de justicia, los hace sensibles en su ejercicio cuando se acercan las elecciones y tengan que juzgar a personas acusadas de delitos.
Por lo que respecta a Bolivia, país donde a partir de 2009 se eligen las autoridades judiciales por el voto popular, esto incluye magistrados del Tribunal Constitucional y el Consejo de la Magistratura, equivalente al Consejo de la Judicatura Federal; así como el Tribunal Supremo de Justicia y Agrario, estas condiciones permitieron el golpe de Estado en 2019.
Fue precisamente el Tribunal Constitucional, elegido por voto popular, el que permitió a Evo Morales registrarse como candidato presidencial en ese año, pasando por encima de la Constitución, que limita la reelección únicamente a dos mandatos. Es un ejemplo de la complicidad y el compromiso que se teje entre quien está en el poder y los jueces y magistrados electos bajo ese mismo régimen.
Este capítulo de 2019 determinó que luego de las elecciones, Morales tuvo que abandonar el país; el descontento popular se desbordó por las elecciones amañadas, el líder boliviano tuvo que exiliarse y acusó a Estados Unidos de apoyar un golpe de estado.
Pero el tema es que el Tribunal Constitucional electo durante el gobierno de Morales le permitió figurar como candidato cuando ya no era posible, una muestra del “maridaje” que se teje en esas condiciones donde jueces y ministros quedan atrapados en las redes de quien detenta el poder y lo acompañan en el triunfo y en el derrumbe de este.
Así las cosas, usted juzgará si es bueno o malo elegir mediante el voto popular a los hombres y mujeres encargados de impartir justicia en nuestro país, o si es preferible mantener el actual sistema, que no está totalmente libre de corrupción, y tiene sus fallas, hay que aceptarlo, pero también es obvio que esta independencia con respecto al actual régimen, como debió haber sido en todos los tiempos, no agrada al gobernante.
El judicial es un poder independiente que ha dado muestras en el escenario nacional de actuar conforme a la ley, aunque esto signifique contravenir los deseos del Poder Ejecutivo. En el nuevo escenario político es el único de los tres poderes que se mantiene independiente de la voz suprema de mando en el país, esa es la controversia.
RECIBE VICTORIA CERTIFICADO DE BARRIO MÁGICO
El nombramiento de “Barrio Mágico” en el que se distinguen 7 lugares emblemáticos de la ciudad capital, representa un importante puntal para promover turísticamente a Victoria a nivel mundial. Esta distinción recién alcanza en el marco de evento relevante como es el Tianguis Internacional de Pueblos Mágicos es un aliciente para el sector y reconoce la iniciativa de la autoridad municipal que se animó a incursionar en otros escenarios.
¿Qué significa esta distinción? Que se abren otras oportunidades de promoción turística y sobre todo a nivel mundial. Y en lo local debe ser motivo de que los prestatarios de servicios se animen y en conjunción con el municipio busquen alternativas para conservar y mejorar las siete rutas de visita que fueron aprobadas por sus características únicas de Barrio Mágico.
Estas rutas son el Panteón del Cero Morelos, Estación del Ferrocarril, Mirador del Santuario de Guadalupe, Calle Hidalgo, Avenida Francisco I. Madero, colonia Horacio Terán y Calle Zaragoza, que incluyen historia social, política, cultural, de tradición y arte.
Todo en la vida es proponérselo, y en la demanda turística que hoy se ofrece al mundo, tienen mucha demanda los lugares con tradición, con edificios y muros que relatan una historia, con lugares que tienden a desaparecer o que ya han desaparecido en otros países, con usos y costumbres que tampoco ya no son usuales. Y de eso tenemos mucho en nuestra ciudad.
Victoria tiene un gran potencial turístico para los extraños, mientras que para los propios, aún sigue siendo Victoria Ranch.
En ese marco de condiciones hay que reconocer que el titular del área Económica y de Turismo del Municipio y del Gobierno de Tamaulipas hubieran tenido la iniciativa de llevar esta propuesta a un evento turístico internacional, y que regresaran con un nombramiento que los debe estimular y comprometer a trabajar en favor de ese perfil turístico poco explotado hasta ahora. Nuestra enhorabuena.