¿Cómo quieres ver la vida? De color café grisáceo como cuando reina la sequÃa, o del verde vivo, cuando Dios le regresa la alegrÃa a la naturaleza; si la naturaleza vive, el hombre vive. Me encuentro mirando a través de la ventana que da al jardÃn de mis esperanzas, el mismo que me regala una rosa cuando estoy triste, el mismo que me recuerda que, cuando las cosas suelen apreciarse como deprimentes, me invitan a mirar de cerca, para que contemple el milagro de la planta de resurrección.
En mi jardÃn, cada planta representa el amor de aquellos que me han amado, de los que me han hecho sentir útil como persona y como profesionista, de ahà que en honor a quien me dio un pequeño brote, para que lo sembrara en mi corazón, siguen estando presentes en las buenas y en las no tan buenas, asà que lleven su nombre y lo que representan: Isabel, mi abuela materna, es eternidad, por el brote de JasmÃn que me heredó, es albo amor de la pureza y su exquisito perfume me deleita por las noches; Ernestina, mi amada madre, me obsequió la siempre eterna dicha de ser amado, ella esta siempre presente en la palma mariposa que me obsequio y que marcó mis primicias como médico al servicio de mi prójimo; MarÃa Elena la amorosa reconciliación, de ella proviene el rosal de rosas amarillas, me acepta como soy y me recuerda mis debilidades; Maguito, mi excompañera de trabajo, enfermera de profesión es representada por el magnÃfico listón o planta del lazo del amor y la amistad; El árbol de San Pedro, de Juanita, una paciente que horraba la gratitud; Lupita, ejemplo de fe y bondad, me obsequió una planta trepadora llamada JazmÃn de cuba o Trompeta amarilla, cuya fortaleza la ha llevado al cielo buscando la eternidad. MarÃa Elena (hija) distinguida por su tenacidad y perseverancia, para mantener unido el amor de la familia, me regaló la planta Aloe Vera o planta milagrosa; y la actitud de un buen samaritano, que me obsequió un brote de helecho real, como signo de buena vecindad.
La lluvia caÃa intensamente, como intensas son las emociones cuando se está enamorado de la vida; y de las hojas verdes resbalaban diamantes lÃquidos, como lágrimas de poeta cuando la nostalgia estruja el alma.
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