Bajo muchos augurios, los miembros del Partido Revolucionario Institucional comienzan a reunirse en diversos foros, en aras de asistir a una Asamblea Nacional aparentemente fortalecidos, aunque la voz del pueblo considera que llegan fortaleciendo… las malas costumbres.

En un alarde del ya conocido a nivel nacional cinismo que le caracteriza, Enrique Ochoa Reza, supuesto dirigente nacional del PRI habló de lo que se espera en esa Asamblea, y dice que saldrán totalmente fortalecidos, asegurando que ganarán parece que hasta la copa del mundo: un triunfalismo absurdo y totalmente ilógico, considerando la situación del país y la “calidad “ de sus elementos: toda esa camada de gobernadorcillos que han salido y saldrán pronto, llenos de dinero, llenos de acusaciones y de falsas promesas, habiendo cometido todos los fraudes posibles que, dentro de muy poco servirán de mucho a ellos y a México de nada, porque estará por salir un “mal procedimiento” de la autoridad o algo similar, y éstos bribones se llevarán el dinero a casa, y su libertad, incluido el cínico –otro- de Javier Duarte.

No quitaron el candado para que pudiera ser candidato quien no tenga 10 años de militancia, y lo manejaron como su máximo logro.

Se olvidaron una vez más, del enojo que hay, por ejemplo, en Tamaulipas, por los actos de corrupción de todos conocidos, por los de Veracruz, la venta de terrenos en Quintana Roo y las acciones que siguen proliferando en el país amparadas bajo el emblema tricolor.

Tiene el cínico de Ochoa Reza la desfachatez de afirmar que son un partido justo y con las causas populares, y por ello las mesas de trabajo donde también atenderán asuntos como la deshonestidad y esas cosas, de las que han salido muy expertos.

Asegura que han trabajado contra la corrupción, expulsando a los malos elementos. Imagine el lector si con expulsar a “Javidu” es suficiente, cuando se ha llevado miles de millones de pesos, al igual que otros que han saqueado al país y no se les ha tocado.

“Ochoíta” también dice que formarán una buena plataforma para ganar a López Obrador, y se ha olvidado del enojo popular por las medidas que se han tomado y afectado a la clase trabajadora; se ha olvidado de lo que vivimos día a día, porque no tiene una mísera idea de lo que es viajar en automóvil normal, sin blindaje y sin guaruras. No sabe lo que se siente el descarado ese.

Critica Ochoa a López Obrador y no lo baja de cacique y más cosas, cuando no han superado en el PRI el hecho de que la elección sea cosa de un dedazo como antaño, o como sucedió en el Estado de México, sin que alguien levante la voz contra el mandatario de allá, una entidad donde la violencia de género es reina, donde la corrupción está a todo lo que da, y donde existen situaciones como la del vado de Morelos que, ahora resulta, es culpa de todos menos del gobierno federal, porque ellos, de buena fe actuaron y entregaron multimillonario contrato sin supervisar la obra.

¡Vaya cinismo de Ochoa Reza!

Y este fin de semana, seguramente, en la Asamblea Nacional, saldrán a relucir los “acuerdos” tomados por sus militantes que se fueron a reunir con gastos pagados por usted y nosotros vía “prerrogativas” –así llaman a lo que nos roban legalmente- de un partido caduco, fuera de forma y que no quiere erradicar las malas costumbres.

Hay que estar muy atentos,. Porque de todos es sabido que hay tres posibilidades para renovación del Presidente Peña: Morena, con López Obrador, PAN, con Anaya o alguien más, y el PRI, que, a como están las cosas, es el que la tiene más difícil, pero no imposible aún.

Los demás, sabemos que son concesiones de un sistema que piensa en todos ellos, para que no les falte sustento, techo y salud… como la divina Providencia, aunque sea para unos cuantos y no para los más de 110 millones de mexicanos que tenemos que aguantar todo esto.

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