Independientemente de los resultados, el columnista ha sido y se ha declarado en contra de la persona del director de Tránsito, en quein reconoce, más que autoridad, prepotencia, desvergüenza, mala actitud y demagogia. Ha iniciado este señor con sus subordinados una acción que ha tardado décadas en llegar.
Se trata de una operación de limpieza de cajones de estacionamiento, que han iniciado en la zona centro de la ciudad, y que han “afectado” a un sinnúmero de abusivos y prepotentes conciudadanos que han abusado de vivir en esas calles, apropiándose de las calles como si fueran de su propiedad.
Y, curiosamente, muchos de ellos ni siquiera pagan impuestos, porque tienen aigos que les condonan muchos cargos y solo asumen los mínimos.
En ese sentido, hemos visto fotografías y videos de oficiales de Tránsito Local retirando burros de acero o madera, bancos, botes de basura, blocks y más que obstruían las calles; la gente piensa que por vivir en tal o cual calle y vivienda tiene los derechos del mundo. No, no es así.
Tienen derecho a que se les respete la entrada, mas no el frente de su casa, y tampoco tienen derecho a subir su automóvil a la banqueta, obstruyendo el paso de peatones. ESO ES INFRACCION y desgraciadamente no se aplica ningçun correctivo legal, que buena falta que hace.
Ahora se fueron por los que aprovechan y abusan para que nadie se estacione en “su” frente, asumiéndose como únicos propietarios o explotadores de tal “privilegio”, sin pensar que la ciudad es de todos.
Hay que aplaudir la decisión de la autoridad del municipio de Oscar Almaraz para meter orden, aunque pudo haberse hecho antes, pero lo importante es que se trata de hacer que vivamos dentro del orden jurídico existente, y dejemos atrás esos complejos de pueblo chico, donde valen más la influencias y conocer a “Don viejito” que observar la ley.
Aplaudimos, sinceramente, la acción de la Dirección de Tránsito Municipal, y esperamos que el titular deje de hacer declaraciones fastuosas y actitudes prepotentes y se asuma como un servidor público, que para eso le pagamos todos, independientemente de la filiación política que tenga cada quien.
El hombre debe de entender ue su trabajo se lo debe a los ciudadanos y tiene la obligación de cumplir con él, así que, aunque merecido el aplauso, lo que tiene que hacer es devengar hasta el último peso de su salario en servirnos y hacer que el orden se respete.
Ahora falta que tengan el carácter -tamaños y otros calificativos- para infraccionar a las personas que, amparadas en lujosos automóviles viajan celular en mano, y también quienes amparados en el contrabando solapado por la autoridad manejan vehículos de dudosa procedencia con el celular en una mano y la atención quien sabe donde.
A veces nos pensamos más importantes que nada ni nadie, y llevamos nuestras redes sociales como si realmente fuera trascendente contestar con un “like” a alguna puntada graciosa de algún amigo.
Es hora que se haga valer el reglamento de tránsito, y para eso, los agentes deben de perder el miedo y estar siempre respaldados por sus jefes, sin miedo a los influyentes de los gobiernos municipal y estatal, y que se palique la ley como debe de ser, en bien de todos los victorenses.
Bien, insistimos. Ahora falta la respuesta ciudadana y habrá que quitar todos los estorbos que hay frente a nuestra casa, y entender que NO es propiedad exclusiva o privada sino ciudadana, y tenemos que aprender a vivir en comunidad, con los beneficios y obligaciones que ello otorga.
Bravo a la autoridad municipal, esperamos muchas acciones de esta naturaleza en los meses que les faltan para concluir su encomienda.
Nosotros, esperamos que se palique en todas partes la ley, como debe de ser, sin distingos ni prerrogativas ilegales.

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