Ante las quejas de enfermeras, médicos y paramédicos de los principales hospitales de la capital del Estado, están aflorando los motivos por los que no se han cubierto las demandas de medicamentos.
Hay indicios de que un saqueo del cuadro básico de medicamentos y por lo mismo la nueva administración gubernamental está aplicando una severa auditoría en los entes públicos de la salud.
De la misma manera, como detectaron irregularidad por el saqueo de medicamentos que se convirtió en una práctica común durante los años del priato, cuyos capitales de los subsecretarios y directores responsables de esas tareas se prolongaron durante más de doce años en el mismo puesto. En la capital tamaulipeca hay una familia que dejó sus comercios de prendas de vestir para dedicarse de lleno a la transferencia de medicamentos, porque la Secretaría de Salud se convirtió en el mejor centro de subastas de medicamentos del cuadro básico y no básico.
Pero ésto es apenas el comienzo de lo que se esconde en las oficinas centrales de la Secretaría de Salud, porque no solo los altos mandos hicieron negocio con los medicamentos, también en “Atención Ciudadana” de los tiempos de Rodolfo Torre y Norberto Treviño se hicieron jugosos negocios.
Incluso hay quienes aseguran que una de las líneas de investigación por la muerte de Rodolfo Torre Cantú, tiene su origen en los negocios de los medicamentos que se distribuían en la Secretaría de Salud.
Asimismo, la lista de proveedores de medicinas es interminable en esa dependencia, por ese motivo se decidió sin distingos acabar con la misma. Ya que la mayoría de éstos eran revendedores y mediadores, no laboratorios productores de fármacos. Lo mismo ha sucedido con clínicas particulares para pacientes con adicciones, donde se atendía a cierto nivel social de enfermos, no a los de la colonia ni el barrio o el fraccionamiento. Otra de las irregularidades detectadas por los vientos de cambio, fue que la mayoría de los proveedores solo simulaban la entrega de medicamentos no así los cobros millonarios por ese concepto. O sea que salieron más astutos que en el Estado de Veracruz donde las quimios eran con agua.
El fondo de la ausencia del medicamento en los hospitales lo dio a conocer el gobernador durante una gira de trabajo por los municipios de Tampico y Madero, donde Francisco García Cabeza de Vaca acompañó al secretario de Salud, José Narro en un recorrido por algunos centros hospitalarios. También entregaron pó- lizas de afiliación al Seguro Popular.
Por ese motivo sigue resultando extraño pero justificante que sean las enfermeras y médicos quienes protestan por falta de medicamentos en las clínicas. Quizá porque hoy no hay a manos llenas. Pero también es cierto que después del torbellino, se queda en el puesto la secretaria Gloria Molina.
Sería interesante que el fiscal anticorrupción Javier Castro Ormaechea quien ayer rindió protesta en el Congreso tamaulipeco, estrenara el puesto con el saqueo de medicamentos en la Secretaría de Salud. Pues dijo que su tarea se enfocará a conductas y lo que se advierte en el caso de salud es una conducta con un grado grave de corrupción. Por cierto, aseguró que la ley anticorrupción se aplicará sin miramientos.
Entre la comisión de ciudadanos para seleccionar a los integrantes del comité del Sistema Anticorrupción destaca el de la comunicadora Lucia Calderón y Javier de los Santos Fraga este último fue el primer presidente del Instituto Estatal Electoral. Al que le dieron baje con la tarjeta bancaria fue al ex director de los penales en Tamaulipas, Horacio ‘El Tigre’ Sepúlveda, quien ostentó el cargo en tiempo de Eugenio Hernández Flores.
Asimismo, en las arcas del Estado asumió la titularidad de la Secretaría de finanzas María de Lourdes Arteaga Reyna, quien se desempeñaba como encargada de la dependencia.