Se requiere de una cura
para ese PAN infectado,
de ‘cabecismo’ inundado
y cargando una atadura…
FGR, AMLO y Américo
extinguirán ‘cabecismo’,
y empujarán al abismo
a un “ex” ya cadavérico…
La “cloaca cabecista” que destapó —el lunes— el gobernador AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, pone en serio predicamento al panismo tamaulipeco y, guste o no, debería causar preocupación a los azules.
El hecho de que el ex gobernador panista FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA,es “buscado” por la Fiscalía General de la República y, además, señalado por su sucesor, VILLARREAL ANAYA, de comandar un descarado saqueo que dejó a la entidad en un profundo fango de deudas, sin lana y sin cuerda de salvación para salir de ello, convierten, por “default”, al texano-reynosense en un referente impresentable por el Partido Acción Nacional (PAN).
Es por ello que el PAN debe ir con mucho tacto luego del fallecimiento del senador FAUSTINO LÓPEZ VARGAS, quien dejó una vacante por la que habría una posible disputa (todavía no se define) en la entidad por ese escaño.
Vámonos por partes, como dijo Jack “El Destripador” … Cuando EGIDIO TORRE CANTÚ llegó al poder, tras la muerte de su hermano, RODOLFO, inició el “desmantelamiento” del partido que lo llevó al poder, el Revolucionario Institucional (PRI).
Y aunque EGIDIO quiso hacer su “propio PRI”, lo cierto es que, al emplear políticos “empíricos e infumables”, en los altos mandos, terminó por fracasar en el 2016, independientemente de los acuerdos que hizo ENRIQUE PEÑA NIETO, como presidente de la República, con el hoy ex gobernador FRANCISCO GARCÍA, para que éste llegara a la gubernatura.
Tras la derrota en el 2016, aquellos priistas que se enriquecieron bajo estas siglas, que representaron por décadas abundancia económica y política, decidieron abandonar el barco; algunos se tintaron de azul y otros de guindo…
Lo anterior sirve para señalar que, así como está el PAN tamaulipeco, así inició la debacle del PRI en el 2016, tras la derrota; la diferencia entre ambos organismos políticos es que el ex gobernador priista, EGIDIO TORRE CANTÚ nunca fue “molestado” por su sucesor, a diferencia de FRANCISCO GARCÍA, quien enfrenta a la FGR, pesa sobre él una alerta migratoria y hay una seria investigación por desvío de recursos en su sexenio.
Por esa razón, suena a locura o suicidio político la versión de que quien “finge” ser presidente del Comité Directivo Estatal del PAN, LUIS RENÉ “El Cachorro” CANTÚ GALVÁN, pretenda mover los hilos del poder partidista y buscar la “bendición” del Comité Ejecutivo Nacional de su partido, para que FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA sea candidato al Senado de la República.
Además, el PAN está al filo del abismo si continúa de la mano de “El Cachorro” CANTÚ GALVÁN como presidente estatal, si se toma en cuenta que, en una caja de manzanas, la podrida pudre a las demás y no al revés.
Para decirlo más claro, el PAN está en una etapa en donde requiere de un político experimentado para que no sufra el desmantelamiento que vivió el PRI después del 2016, hasta quedar con apenas 64 mil votos en las pasadas elecciones de junio.
Por ello, que CANTÚ GALVÁN sea el dirigente azul, es tanto como poner a un niño de tres años a manejar un tráiler, que ya de por sí es una locura y la visión que se agrava si se puntualiza que, además, el tráiler va cargado con más de 600 mil votos.
Los entes pensantes que dan vida a varios grupos al interior del PAN coinciden en señalar que las condiciones del 2016 a junio del 2022, no sólo son distintas y distantes a las actuales, sino que se han convertido en demasiado adversas.
Si, cuando FRANCISCO GARCÍA detentaba el poder sexenal, siempre presumió que él nunca necesitó del PAN para llegar al poder, versión que se empleaba para acallar las voces de sus compañeros de partido que demandaban posiciones políticas o al menos un mísero trabajo, ¿por qué ahora el Grupo Reynosa, tiene mucha prisa en mantener los controles en el partido azul?; es decir ¿ahora sí necesitan del PAN?
Lo cierto es que el Grupo Reynosa, hoy más que nunca, tiene una imperiosa necesidad de mantener el control del PAN, a través de su “calienta sillas”, CANTÚ GALVÁN, para poder sentarse en la mesa de las negociaciones.
Sólo que dicho grupo, se ha convertido en un cáncer llamado “cabecismo” que, por las circunstancias actuales terminará por infectar al Partido en la entidad no sólo de cara al 2024, sino ante una eventual elección extraordinaria para el Senador de la República el próximo año.
Por ello, dentro del PAN, debe imperar la cordura y entender que CANTÚ GALVÁN no está a la altura de las actuales circunstancias y tratar de mantener vivo la tóxica llama del cabecismo, es tanto como auto dispararse en el pie un día antes de correr un maratón.
Dos derrotas electorales al hilo, una impugnación fallida, una dictadura disfrazada de dirigencia estatal y un alto grado de infección cabecista, envuelven a CANTÚ GALVÁNes una de las presidencias más tristes y quebradas de que se tenga memoria dentro y fuera del PAN.
De empeñarse, de forma necia, incongruente y grosera, en mantener viva la llama del cabecismo en el PAN; entonces el Partido será condenado a sufrir lo mismo que el PRI… todavía hay tiempo de curarlo y salvarlo del cabecismo, ¿o no…? Pendientes…
GRACIAS… Nos leemos hasta mañana
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