La salud mental se comprende en tres dimensiones: las demandas psicológicas, la amplitud del margen de toma de decisiones que deriva del uso de las destrezas y la autoridad de decisión, y el apoyo social.
Los precursores de la mala salud mental son de carácter psicosocial y guardan relación con el contenido del trabajo, con las condiciones de trabajo y de empleo, con relaciones formales e informales que provocan efectos a corto plazo como son cambios del estado de ánimo y del afecto, del tipo de sentimientos de placer o entusiasmo, o un estado de ánimo depresivo.
En salud mental, el bienestar afectivo se considera en dos dimensiones, el placer y la activación. Gran activación y placer, indican entusiasmo; baja activación y placer, indican comodidad; gran activación y desagrado, indican ansiedad; baja activación y desagrado, indican un estado de ánimo depresivo.
En Europa, en la región que forman los Países Bajos, una tercera parte del total de trabajadores con incapacidad laboral, tiene como causa problemas que están con relación a la salud mental y con problemas del sistema músculo esquelético, y son responsables de dos terceras partes de las incapacidades que se generan.
En Inglaterra, 40 % del ausentismo por enfermedad tiene como causa base la enfermedad mental y genera 90 millones de días al año, 30 veces más que los días perdidos por conflicto sindical.
Por alcoholismo se pierden 8 millones de días, por enfermedad del corazón y vascular cerebral, se pierden 35 millones de días. Factores estresantes como la pérdida del empleo y la muerte de un ser querido, causan psicosis reactivas breves, episodios más frecuentes en especial cuando afectan a una persona de característica esquizoide. Muchas de estas personas desempeñan empleos modestos, viven aisladas y retiradas, con contactos sociales y sexuales limitados.
El tipo celoso cree erróneamente que su pareja le es infiel. El tipo persecutorio cree que él mismo (o alguien próximo a él) es engañado, acosado, perseguido o maltratado. DAD Los trastornos por ansiedad, miedo, preocupación y aprensión que no se diagnostican y los trastornos con relación con el estrés (insomnio), afectan al 15 % de la población adulta de Estados Unidos.
Estos trastornos comprenden las fobias (temor irracional), el trastorno obsesivo-compulsivo, las crisis de angustia, la ansiedad generalizada. Existe potencial de estrés cuando una situación del entorno, se percibe como una demanda que amenaza superar las capacidades y recursos de la persona para satisfacerla. El agotamiento, una de las formas de estrés, es una sensación de deterioro y de cansancio progresivo, con eventual pérdida completa de energía. Se acompaña de falta de motivación, sentimiento que dice “ya basta, no más”, sobrecarga que a lo largo del tiempo afecta actitudes, estado de ánimo y la conducta general de la persona. El entorno nacional es negativo para el desarrollo de la sana salud mental.
La total manipulación por el Estado Mexicano (prometer, sin cumplir); la grave afectación social provocada por bandas delincuenciales genera temor, ansiedad, evita el libre tránsito en ciudades y carreteras; expone a extorsión, despojo, etc.
El ambiente laboral oficial en el que se carece de equipo e insumos para desempeñar la labor hace que se vuelva odiosa la jornada laboral pues el trabajador se expone a exigencias a las que no puede dar satisfacción recibiendo sin merecer, reclamos de manera atropellada.
En las instituciones del gobierno federal se requiere 30 años de servicio para obtener la jubilación, en ese lapso la persona contenta se vuelve malhumorada, la afectiva se vuelve silenciosa y distante, el optimista se convierte en optimista. Con la jubilación puede ratificarse este cambio de conducta si se obtiene una baja remuneración, o retomarse la buena vida si se obtiene una remuneración que así lo permita.