Este fin de semana leí un libro de Edmund Burke (padre del conservadurismo) que lleva como título “Reflexiones sobre la revolución de Francia” que me pareció interesente muchas cosas de las que reflexiona Burke y otras no tanto. Decidí leer el libro debido a que siempre he creido que antes de aceptar algo como cierto debemos adentrarnos en el pensamiento contrario. Por lo que antes de decirte liberal, profundiza en el conservadurismo para así entender que fundamenta ambas posturas antagónicas. Antes de criticar a Marx lee “El Capital”, considero es la única manera de no ser manipulado por la propaganda. Solo así te podrás crear un criterio más amplio y desde tu entendimiento ver una vía más prudente de lo que ocurre.
“La revolución francesa es producto de las ideas de un movimiento intelectual. Por lo tanto, hay que enfrentar la revolución francesa también con ideas”. Burke en ningún momento elude la dialéctica intelectual: o sea él es consciente de que la revolución francesa no solo necesita una respuesta política de intervención, para evitar que se pueda seguir expandiendo, sino que exige también una intervención teórica.
“Toda sociedad se debe sostener sobre un principio de la herencia, el principio de la herencia no es otra cosa mas que sancionar y legitimar por tanto aquello que a superado superar la prueba del tiempo. Aquellas instituciones que permanecen, que pueden ser mejoradas, deben ser conservadas. Preservar aquello que funciona. Lo que funciona como la familia, la religión, la política, la religión vinculada al poder político, debe permanecer. Todo intento de interferencia atenta contra el principio de herencia y como toda comunidad política en cierto modo es una asociación, una especie de acuerdo que viene desde los muertos a los vivos, y que los vincula también a los que vendrán”. De lo anterior podemos concluir, que la comunidad es una incorporación a la familia; unos incorporan una familia y esa familia tiene ancestros a las que en cierto modo responde, y exactamente igual que la familia a las naciones.
Lo cierto es que actualmente en México vivimos en una revolución pacífica que se llama “cuarta transformación”, habrá a quien le guste lo que pretende y habrá a quienes no les guste esta revolución, sin embargo al ser una revolución de ideas, que introduce un cambio a las estructuras establecidas en el país puedo deducir como dice Burke que la respuesta de parte de quienes se oponen a este movimiento exhige intervención teórica. Lamentablemente eso no lo hemos visto por parte de quienes se oponen la cuarta transformación y pretenden atacar el movimeinto siendo unos lapidarios reaccionarios. No puedes derrocar una revolución de ideas con solo actos reaccionarios.
Y no me malentienda estimado lector, con todo lo anterior no estoy diciendo que en la 4T no hay corrupción, ni tampoco digo que gobiernen mejor, ya que el gobierno es el gobierno y existen estos males en todas partes. Lo que si digo es que mientras mantengan esta carga ideológica bien fundamentada no habrá manera que pierdan el poder hasta que desde la oposición se ofrezca un mejor proyecto que el actual. La realidad es que no existe.