Transcurrieron 10 días desde la celebración del Congreso Nacional de Morena y aún no presentan ante el INE la documentación que respalde la designación de Alfonso Ramírez Cuellar como presidente provisional de ese partido, lo cual implica desde el protocolo de petición de licencia en la Cámara de Diputados en tiempo y forma, hasta el procedimiento que para el efecto de elección marcan los estatutos.
Será lamentable para el partido guinda que nuevamente demuestre incapacidad operativa en los procesos de elección interna y con esta serían dos ocasiones en que uno de los bandos no “califica” en su intento de renovación de dirigencias estatales y nacional.
Todas las informaciones periodísticas con fecha 28 de enero dieron cuenta de la aprobación de la licencia solicitada a partir del (ojo) 26 de enero, que fue domingo y por lo mismo se sometió al pleno el martes, con lo cual fue extemporánea y por consiguiente Ramírez no estaba habilitado para buscar la dirigencia, así lo reglamentan los estatutos del partido. Eso nada más de entrada.
La Cámara de Diputados mayoritariamente morenista tiene su propio candidato en la persona de Mario Delgado Carrillo, Presidente de la Junta de Coordinación Política, pero además éste y sus seguidores están sumados a la propuesta del fundador del partido, Andrés Manuel López Obrador de recurrir al método de encuesta para elegir al dirigente nacional, no hacerlo es ir contracorriente de su principal líder.
Será por eso que le dieron un frío adiós a Ramírez Cuellar, no hubo discurso ni el más breve mensaje de despedida, sólo el voto. Por cierto transcurridos los primeros 10 días de la aprobación de la licencia el susodicho puede ser relevado por el suplente y en cuyo caso no puede regresar hasta terminado el actual periodo, de hecho puede ser sustituido de manera inmediata, pero usualmente por cortesía se espera una decena de días.
Ojalá el diputado federal con licencia no se quede como el perro de las dos tortas.

NOMBRAMIENTO DEL “FISGÓN” YA BAILÓ
Este martes López Dóriga entrevistó a Yeidckol Polevnsky vía telefónica sobre la validez del proceso realizado a través de un Congreso Nacional el pasado 26 de enero, también sobre la legitimidad del nombramiento de Rafael Barajas “El Fisgón” como presidente del Instituto de Capacitación Política de Morena, quien ha formulado públicos reclamos al partido, por la falta de presupuesto para sus actividades, la respuesta fue la siguiente.
Primeramente que los estatutos establecen que la presidencia de dicho instituto debe hacer una propuesta y someterla a votación ante el Comité Ejecutivo Nacional, lo cual no se hizo. En otras palabras el nombramiento de El Fisgón no existe y confirma una vez más el desconocimiento que tiene su militancia sobre los documentos que rigen la vida institucional.
Por lo que se refiere a los recursos, el partido no puede entregarle una suma determinada, ni abrirle una cuenta, mucho menos efectivo, lo que Morena puede hacer es pagar la renta de un salón de eventos para alguna capacitación, o los gastos que se generen en una actividad que cubra los propósitos marcados por los estatutos, así lo dijo Polevnsky.
Efectivamente eso ocurre en todos los partidos, porque son los directivos del partido los responsables de rendir cuentas de los egresos.
Es más, las leyes que regulan la vida de los partidos establecen un 2% del gasto corriente para capacitación para la mujer, que es el patrocinio de actividades pero no asigna un presupuesto propio para ser manejado por los institutos de capacitación.
Todo esto confirma que los morenistas siguen siendo aptos como movimiento, hábiles para la movilización, el golpeteo y para ejercer presión. En esas circunstancias la propia Yeidckol ha sido el blanco perfecto de todas estas expresiones tan propias de la izquierda que emigró del PRD y cambio de piel, pero no de conciencia.
Este activismo se confirmó el 26 de enero cuando logró reunir mil 98 asambleístas para participar en el Congreso Nacional, de los tres mil que forman la base de consejeros, 10 por cada uno de los 300 distritos, no fueron mayoría pero si una tercera parte de los representantes.
En otra parte de las declaraciones de Polevnsky a López Dóriga, quien por cierto ya entrevistó hace unos días a Ramírez Cuellar, señaló que antes de cualquier procedimiento de elección hay que cumplir lo indicado por el Tribunal Electoral, que es reponer el padrón electoral y en eso se invertirán cuando menos tres meses, una vez cumplido esto, se puede proceder a convocar a la elección interna, la cual debe de hacerse con tres meses de anticipación. Así lo señalan los estatutos.
Como Usted ve, la convocatoria de la que surgió la presidencia de don Alfonso Ramírez Cuellar tampoco cumplió con este requisito.
Y luego doña Bertha Luján dice que el Tribunal Electoral actúa con dolo. En fin…en política siempre se ha respetado el derecho de pataleo para el perdedor.
Así como se observa el panorama el proceso de donde surgió la presidencia provisional de Ramírez Cuellar se ve muy endeble, a simple vista no carece de sustento legal todo el procedimiento, sólo un buen padrino lo puede sacar adelante, pero tendrá un costo, porque se trata del partido que promovió entre sus banderas el combate a la ilegalidad, al robo de elecciones, a la simulación. No Mentir, no robar, no engañar y los tres principios no se cumplen.