Hay antecedentes históricos del interés que tiene nuestros vecinos yanquis, en cuestionar las figuras mexicanas en las que en determinados momentos de la historia, los mexicanos como país coinciden con alguna figura deportiva dígase boxeo, automovilismo, tenis, beisbol o cualquier otra disciplina. Lo mismo ha sucedió con los prospectos musicales. Pero más aún en las preferencias de religiosidad.

Sin el afán de querer argumentar que el futbolista o el cantante estén libres de tener nexos con la “cosa nostra” sobre todo en lo que se refiere a los capitales que ambos manejan. Porque como luego se dice en el argot popular, “caras vemos, corazones no sabemos”. Lo más seguro es que el cantante Julion Alvarez y el futbolista Rafael Marquez algo se comieron y ahora sufren problemas demenciales.

Pero más allá de esto, es menester admitir que la sociedad del siglo 21 y desde finales del siglo 20, ha sido mancillada, vive y se conduce bajo los paradigmas de una comunidad nacional “narcotizada”. Y que pareciera tener la mínima importancia para quienes dirigen el rumbo de este país.

Circunstancia histórica que de ninguna manera puede o deber ser una justificación para los integrantes de esta sociedad estereotipada e influenciada por coacciones propias de esa nueva corriente, que va de norte a sur y de oriente a poniente del territorio mexicano.

Y que ha impactado no solo en los valores y en la forma de vivir de los mexicanos sino que de representar una subcultura, se ha convertido en una práctica espontanea, cuyos resultados son irreversibles, ya que cada día se desconfigura la axiología fundamental de las familias mexicanas.

Lo cierto es que históricamente, después de la lucha independencista y de la revolución mexicana, nuestros vecinos del norte, han enfocado su plan de ataque hacía los elementos que unen a los mexicanos y otros más que abonan a fortalecer la identidad nacional.

Así tenemos, que las religiones provenientes de ese país, han tenido desde su llegada a territorio mexicano, como objetivos generales, desmantelar las creencias en ciertas figuran, donde la mayoría de los mexicanos ejercitan sus creencias, como es la devoción por la imagen de la Virgen de Guadalupe, que durante siglos se consideró uno de las bases de la identidad de los mexicanos.

Y no está de más recordar que durante la lucha de Independencia, fueron los curas quien tomaron como bandera a la guadalupana, que en calidad de icono consolido la lucha independencista.

Quizá por ese motivo de desde los años 60 del siglo anterior, el gobierno vecino, que si se es capaz de involucrarse en los país de medio oriente, con mayor interés y beligerancia lo hacen con sus vecinos del sur como es el país mexicano. Desdobló una campaña contra las principales creencias de los ciudadanos mexicanos.

Lo extraño de esta “bola de nieve” que inició con los ex gobernadores priístas ahora se traslade a integrantes importantes de la sociedad mexicana. Pero sobre todo, en el marco de la revisión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Un tema que obliga a una nueva entrega.

En otro orden, relevantes avances tiene la procuraduría estatal bajo el mando de Irving Barrios Mujica, en torno al móvil de la desaparición y asesinato de la ciudadana española María del Pilar Garrido Santamans. Los enterados aseguran que conforme se ventile el caso, se conocerán otros pormenores e incluso otros móviles del crimen.

Mientras que Julio Gutiérrez Chapa presidente de la Unión Ganadera Regional de Tamaulipas encabezó en Nueva Ciudad Guerrero junto con el secretario Desarrollo Rural Ariel Longoria encabezo una evento de ganado mejor para promover el mejoramiento genético de la ganadería tamaulipeca.

Pero el que no sale de una y se involucro en otra, es el dirigente de la sección 30 del SNTE Rigoberto Guevara, quien apenas se recupera de una vergozosa resaca, donde se lio kises y golpes con otro profesor, durante una parranda en una instalaciones del centro del maestro. La nueva postura de Guevara Vazquez es débil, gris e incongruente y por los mismo los profesores realizan gestiones en la secretaria de educación y después le dan parte al SNTE de las gestiones a favor del magisterio.