Decenas de empresas constructoras están en franca bancarrota, sus propietarios siguen llorando la derrota del PRI en el elección del año anterior de Gobernador, donde cada una de la empresas aportó más de 5 millones de pesos para la campaña del candidato priista Baltazar Hinojosa Ochoa.

 

Mientras que los pequeños constructores se posicionan en construcción de obra civil. Como siempre vivieron de la migajas de los grandes consorcios locales y estatales, desde entonces mutaron a la obra civil. Algunos de los “reyes de las magnas obras” estatales están concursando como nunca en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, donde el titular no es precisamente afín a los grupos priistas.

 

Asimismo las presiones de “los vientos de cambio” obligaron a los constructores consentidos de los últimos 25 años en Tamaulipas, a dejar jugosos contratos y estimaciones por cobrar, antes de ceder a la presiones de los funcionarios del nuevo gobierno. La obra magna que presumían las constructoras del Noreste y Nixa, propiedad de las familias Valdez Garza y Niño-Torre, están cerrando sus inventarios.

 

La obra del acuaférico, será eso una obra excelente del subsuelo victorenses, pero por la que no podrá circular agua. Ya que el problema de ausencia de agua en los grifos de las llaves no se podrá resolver con una obra que carece de lo básico, como es el agua, ya que los pozos perforados a más de 300 metros de profundidad por el gobierno del último priista de Egidio Torre Cantú, se ocupó de una obra que derivaba divisas para sus empresa, con una acuaférico vacío.

 

La quiebras de las empresas constructoras de la capital del Estado, claro que están vinculadas con la voracidad de los últimos gobiernos priistas, encabezados precisamente por dos gobernadores constructores. En ambas administraciones las “cuotas de colaboración” para adquirir una obra se incrementaron al cien por ciento.

 

Más patético les resultó a los constructores, quienes en su momento, inyectaron cada uno 5 millones de pesos a la campaña del candidato difunto, que al concluir el proceso electoral se daban contra el suelo, porque el cobrador de las “cuotas de colaboración”, era el nuevo gobernador de la Entidad.

 

Que, sin recato, otorgó a Nixa Construcciones las obras más valiosas y a los grandes constructores les regresó los 5 millones de pesos que aportaron a la campaña y a los que no, les dio obras solamente para que recuperaran la inversión en la campaña de su hermano.

 

En Reynosa, el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca entregó la cuarta etapa del corredor urbano que comunica las ciudades fronterizas de Reynosa y Río Bravo, que permitirá a la población fronteriza mayor agilidad en sus desplazos. En su natal Reynosa, el gobernador también hizo entrega de obras de pavimentación en 17 asentamientos humanos de esa frontera. En esa misma frontera, la Secretaría de la Defensa Nacional aseguró un arsenal en armas de calibres de usos exclusivo del Ejército, lo mismo que de cartuchos de diversos calibres.

 

Aún cuando el Congreso tamaulipeco designó a Javier Castro como titular de la Fiscalía Anticorrupción, está pendiente la triple propuesta para la designación de tres magistrados que integrarán el Tribunal de Justicia Administrativo, que también será parte del sistema estatal anticorrupción. La Procuraduría de Tamaulipas detuvo a dos empleados del Hospital Civil de Ciudad Madero, por el delito de abuso de confianza.

 

Los detenidos por la Policía Investigadora ocultaban medicamentos a los derechohabientes. Ojalá que de la misma manera se proceda en esta capital contra los saqueadores y traficantes de medicamentos en la Secretaría de Salud, donde las sospechas descansan en los hermanos Assad Montelongo. Ya que uno de ellos se desempeñó como director regional del Instituto Mexicano del Seguro Social y el otro durante doce años se desempeñó como subsecretario de Administración de la Secretaría de Salud.