México, es uno de los demasiados países que existe en el mundo en condiciones de enorme y severa desigualdad en el contexto mundial. El 10% de la población es dueña del 80% de los activos del país, así de simple es la realidad nacional que se muestra en una situación en la que más de 60% de los mexicanos está en pobreza; el 60% de los adultos mayores carece de los beneficios de la seguridad social. Son los datos duros que inundan a los medios de comunicación. En alivio de estos males, hemos producido al hombre más rico del mundo. Hay una realidad más que en nuestra tierra es muy poco conocida, los pueblos indígenas.
El Consejo Nacional de Evaluación de Política de Desarrollo Social (Coneval; Medición de pobreza 2012) revela que 11.3 millones de pueblos originarios del México actual, el 72% (8.2 millones) se encuentra en pobreza. De las personas que viven en pobreza extrema, el porcentaje es cuatro veces más alto entre indígenas. 30% (3.5 millones) se encuentra en esta condición, contra 8% del resto de la población. 8 de cada 10 indígenas carece de seguridad social (pensiones y prestaciones); 1 de cada 4 carece de servicios de salud. Residen en casas sin servicios básicos (60%) y 34% tiene casa de baja calidad y espacio insuficiente. En el resto de los mexicanos, el porcentaje en esos rubros es de 17% y 11%. En cuanto a alimentación, 34% (4 millones) no tiene acceso y 34% (4 millones) enfrenta rezago en educación, reportó el organismo.
El Programa México Nación Multicultural (UNAM) señala que los indígenas están indefensos ante enfermedades infecciosas y crónico-degenerativas, y presentan el mayor nivel de desnutrición. Enfrentan rezago educativo, discriminación, pobreza y carencia y marginación a distintos servicios. La mujer es el sector más vulnerable pues los sistemas de usos y costumbres limitan su participación política, sus derechos sexuales y reproductivos, su acceso a la salud a pesar de que han sido protagonistas de movimientos de sus pueblos en defensa de sus recursos, como hicieron contra proyectos mineros, pero tienen que pelear por sus derechos en el interior de las comunidades.
La Secretaría de Educación Pública destina 4.3% del gasto a la atención de los indígenas. 15% de los menores que cursan cuarto, quinto y sexto grados de primaria fueron o castigados por hablar lengua indígena en su escuela. Las condiciones de desigualdad no se limitan a carencias de equipamiento y mobiliario. Más de la mitad de los planteles tienen como director a un docente que atiende un grupo, el promedio es 15% para las escuelas regulares, y cuentan con menores condiciones para atender a alumnos con discapacidad. El acceso a planillas completas de docentes es otro desafío. En las primarías no multigrado la llegada de un nuevo profesor demora más de un mes; en las generales tarda una semana o menos.
El Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe) con sus programas de Educación Inicial y Educación Básica comunitarias atiende 26 mil 777 servicios para población indígena en más de siete mil comunidades, con los que se atiende a 387 mil 969 niñas y niños menores de cuatro años, a 405 mil madres, padres, mujeres embarazadas. “La riqueza cultural del pueblo indígena es inmensa, pero conlleva una enorme complejidad en la que cada comunidad, lengua y pueblo es distinto a los otros y debemos respetarlo y entenderlo”. Para ello se van a trabajar “fichas transculturales”, guía de los detalles y particularidades de cada una de las comunidades que atiende el Conafe. El contenido parte del principio de inclusión que mandata la Reforma Educativa, lo mismo que del respeto y entendimiento de cada una de esas culturas. “A partir de octubre, las más de 37 mil promotoras de educación inicial tendrá su propia ficha transcultural individualizada, con los datos, características y guía de atención particular de acuerdo a la comunidad que atienden”.
Las entidades con el mayor número de comunidades con población indígena atendidas por el Conafe son Chiapas con tres mil 287; Veracruz donde el Consejo llega a dos mil 304; Oaxaca donde se atiende a mil 450 comunidades; Hidalgo con servicios educativos en mil 401 comunidades, y Michoacán donde se atienden a mil 383 comunidades con población indígena.