Las encuestas a lo largo de la campaña presidencial no fallaron, López Obrador es el triunfador indiscutible. Sumando los votos de los competidores no se le vence. La mitad de los electores considera que López Obrador es la esperanza para abatir aspectos que agravian a los mexicanos, que con frecuencia hemos apuntado; desigualdad, pobreza, falta de acceso a servicios públicos y que sean de calidad; política de favoritismo, inflación, corrupción, etc. Estos electores consideran que los demás candidatos continuarían la forma de gobernar que se repudia en el país.
El PRI cayó del pedestal de la renovación que se esperaba con Peña Nieto hecho añicos ante el resultado negativo de su gestión, había que acabarlo desde adentro por una circunstancia, los priistas abarrotaron desde hace años al PRD y luego a MORENA; estos son el nuevo PRI, son camaleones de la política. Son políticos que al no recibir la oportunidad que deseaban o que consideraban merecer, cambiaron de partido político para satisfacer sus intenciones de ser, de poder.
Puede ser que el resultado de sus gestiones haya sido positivo para sus gobernados o bien puede tratarse de actitudes mesiánicas, de peligro, de fascismo, de narcicismo político que conducen a decisiones en las que jamás aceptan la derrota, pese al costo social que se pague. Para ellos el elector es un medio, no el fin de sus acciones. Hay resentimiento y amargura en muchos de estos priistas camaleones que ahora tienen de nuevo el poder, sin el estigma de partido traidor al pueblo, que por años señalaron al PRI.
¿Podrá López Obrador desarrollar una administración que enderece el rumbo del país hacia el bienestar social? ¿Están libres de la ambición de poder y de dinero? ¿Son capaces de reconocer que la falta de oportunidad social y la iniquidad provocó la violencia y el florecimiento del crimen organizado, y por lo tanto, serán capaces de ofrecer los puestos públicos a quienes tienen merecimientos?
De entre 125 millones de mexicanos que somos, ¿tenemos alrededor de López Obrador un reducido grupo de mexicanos leales, íntegros que conducirán al país bajo los valores universales de respeto, legalidad, honestidad, trabajo? ¿Se sacó México la lotería con el nuevo gobierno, o los ganadores son el nuevo Gobierno?