El sistema de Salud en la entidad no sobrevivirá nuevas negligencias, durante años estuvo lastimado en todos los sentidos afectando a muchos y beneficiando sólo a uno cuántos, pero como todo en algún momento tiene que salir a la luz pública y los compromisos se han acabado, ahora se exige lo que nunca se recibió.

¿A poco se la va a creer que en 9 meses la rama más importante de un gobierno se vino abajo por negligencia? ¡Claro que no! El desabasto de medicamentos, la carencia de insumos y el robo de material ha sido un problema constante del Estado desde muchos años; sin embargo, es hasta ahora con el nuevo gobierno, con quien no existe ningún compromiso de por medio, cuándo se aprovecha la oportunidad para reclamar lo que por años han deseado.

Y no es que las recientes titulares de salud (la actual y su antecesora) hayan hecho un excelente papel al frente, la primera con tres meses de gestión y sin tiempo de testigo y la segunda inmiscuida en asuntos políticos, sino que evidentemente heredaron un problema mayúsculo que no han podido controlar y que se ha convertido en una bola de nieve que ahora les compete y afecta.

Personal hospitalario de la frontera, sur y centro se manifestaron frente a Palacio de Gobierno en esta Capital para reclamar la basificación y el abasto de medicamentos e insumos, este último punto como bandera de lucha, aunque el tema de plaza ha sido su más grande inquietud desde hace muchos años; debido a lo anterior piden también la destitución de la Secretaría de Salud, Gloria de Jesús Molina, quien desde que tomó posesión del cargo ha tenido que lidiar con el desabasto de hasta un 40% del medicamento y la imposición de proveedores que hacen más lento el proceso.

El ruido de los manifestantes también se escuchó hasta la zona sur, en donde incluso realizaron la quema de piñatas en representación de su molestia, una por cierto de la figura de Enrique Peña Nieto, pero que no ayudó de mucho para los propósitos que traían en mente, salvo el de hacerse notar, pues en definitiva sus actos llamaron la atención de autoridades, medios e incluso la opinión pública.

Hay quien considera que este nuevo escándalo en Salud podría costarle la cabeza a una mujer más en el gabinete estatal (la segunda en la misma dependencia) pero no será sino el tiempo quien lo descubra.

En otros asuntos, este fin de semana no se habló de otra cosa más que la Asamblea priista efectuada en esta Capital que recordó aquellos bellos y gloriosos tiempos del Revolucionario, cuando la frase “el carro completo” era su orgullo más grande. Por aquí anduvieron viejos cuadros de experiencia, pero también aquellos que son nuevos y pretenden darle un joven rostro al desprestigiado PRI tamaulipeco.

Por cierto, quien acaparó los reflectores por unos minutos fue el inigualable Ricardo Gamundi, quien no soltó prenda de sus intenciones para el próximo año. Se limitó a decir que funge como consejero y presumió, como siempre lo hace, que fue en sus tiempos cuando el PRI se llevó absolutamente todos los puestos de elección popular disputados en la contienda.

Dicen los que saben que el evento del fin de semana fue un resurgimiento del Partido tricolor, pues la movilización fue tan importante como las de viejos tiempos, sin embargo, hasta no ver no creer.

Que Dios lo bendiga, gracias.

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