Empezaba 2015, después de aquellos casos emblemáticos de corrupción como el de “La Casa Blanca” y demás escándalos y abusos gubernamentales, cuando Transparencia Mexicana y el Instituto Mexicano para la Competitividad iniciaron una lucha inteligente por la transparencia y el combate a la corrupción.
Nótese que digo inteligente porque no era “gritar por gritar” sino que, la valentía ciudadana tenía sustancia: había propuestas y exigencias audaces.

Aquí entro yo a la historia, como un soldado más de aquel ejército ciudadano, en concreto, por lo que hace a la famosa “Ley 3de3” cuyo nombre real es Ley General de Responsabilidades Administrativas.

Para que esta ley fuera posible, -porque hay que recordar que fue una iniciativa de ley estrictamente ciudadana- miles de ciudadanos se dieron a la tarea de reunir miles y más miles de firmas en todo el país para que pudiera llegar “3de3” al Congreso de la Unión; este abogado amigo era uno de esos miles…

Recuerdo que aquí en Victoria, en 2016, con la ayuda de mi padre, de mi madre y de sus más allegados; amigos y colaboradores de mi Despacho y de más gente que genuinamente apoyó la causa, sin dejar de mencionar al licenciado Fidel Gallardo y a su hija Hilda quienes estaban al frente de la COPARMEX Victoria y de su brazo juvenil respectivamente, así como otros interesados, enviamos alrededor de 4 mil firmas, que juntamos en apenas un par de semanas.

Pero esa lucha que es estrictamente ciudadana, debe continuar, porque el abismo entre norma y realidad sigue siendo descomunal, y porque digámoslo como es: en este país se ha demostrado que con la mera alternancia política no se termina la opacidad ni la corrupción.

Hoy que me toca estar de este lado como miembro del Cabildo, he repetido hasta el cansancio que: “¿Cómo podemos esperar gobiernos transparentes si quienes los encabezan no lo son?” y, he exhortado respetuosamente a todos mis compañeros del propio Cabildo a que hagan pública su declaración “3de3”, más allá de que la ley nos de la oportunidad de no hacerlo así.

Quise compartirles ésto, porque apenas el viernes pasado tuvo eco mi voz y 3 regidores se sumaron a mi acción de poner de manera abierta, a disposición de los victorenses dichas declaraciones…

Ya somos 4 de 24 miembros, falta quien preside el Ayuntamiento, quien es la titular de la primer sindicatura, y 18 regidores. Ojalá se animen.

Concluyó repitiendo, en parte, lo que dijo el ciudadano Eduardo Bohórquez el 13 de junio de 2016 en su discurso ante Senadores de la República cuando presentamos la “Ley 3de3”:

“Para quienes promovemos la publicidad de las declaraciones, no nos motiva la curiosidad o el morbo. Nada más lejos de nuestro propósito. Nos mueve la conciencia de que hasta ahora, las declaraciones patrimoniales sólo han servido para ampliar el catálogo de obligaciones de los servidores públicos y no constituyen un mecanismo que prevenga la corrupción…”