Se llama instinto de supervivencia.
Es uno de los pocos reflejos animales que permanecen intactos en el ser humano ante la posibilidad de un riesgo o la presencia de una amenaza.
Y es ese instinto precisamente, el que llevó a 27 diputados federales de Movimiento Ciudadano, a 17 perredistas, 41 priístas y 72 panistas, a aprobar la eliminación del fuero al Presidente de la República y a funcionarios del gabinete, pero también a bloquear en ellos el finiquito de esa protección.
Es una opinión personal, pero creo entender a quienes frenaron el tren de MORENA para acabar con lo que nació como escudo histórico de los legisladores en la Constitución de 1824 para evitar que el trabajo de los diputados fuera coartado y que hoy –vaya paradoja– casi 200 años después esa posibilidad vuelva a ser un peligro para ellos ¡creado por sus propios compañeros!
No me parece que el objetivo de esos diputados sea mantener un presunto status de impunidad ni de conservar una patente de corso para delinquir sin contrapesos legales. En la decisión de esos 157 legisladores opositores priva otro factor:
Se están vacunando.
¿Por qué?
No hay que ser vidente gitano o pitoniso para aventurar lo que podría suceder a los diputados federales discordantes en el futuro inmediato, si se valora a la luz de la postura mostrada por MORENA en el Congreso de la Unión, en donde sus integrantes tratan de imponer leyes resumidas y sustentadas en la vieja frase “por mis pistolas”.
Queda claro que sin el fuero, los diputados o senadores opositores quedarían a merced de sus rivales partidistas mayoritarios. Sin esa protección, en el momento que quisieran los morenistas ya sin el impedimento de la inmunidad, desaforarían, enjuiciarían e inclusive encarcelarían a quienes no les sigan el juego del ”agachón”. Por lo menos eso es lo que hasta ahora han exhibido muchos de los emanados de ese membrete en seguimiento del enunciado “si no estás conmigo estás contra mí”.
En esas condiciones, ante la cauda de radicales y extremistas que invadieron a la Cámara de Diputados cobijados por las siglas de Regeneración Nacional –en donde también hay gente capaz e inteligente pero no la dejan salir al escenario– el evitar quedar inermes no es un intento de abusar del puesto. Es sólo una medida preventiva.
De poco vale, pero en lo personal los apoyo. Y sé que millones de mexicanos prudentes lo hacen también…

A CONFESARNOS; EL FIN ESTÁ CERCA
¿Recuerda la “Roque-señal?
Sí, aquel obsceno movimiento de manos y cuerpo de Humberto Roque Villanueva, cuando en 1995 encabezaba a los diputados federales priístas que en una memorable sesión impulsaron un incremento al IVA. La denigrante imagen recorrió al país y buena parte del mundo.
Hoy en forma por demás lamentable, tiene sucesor. Igual de arrogante pero más estúpido.
El sujeto tiene nombre –hasta los animales lo tienen– y responde al de Paco Ignacio Taibo, quien será por designios del nuevo sol nacional titular de Cultura en México. Dios nos agarre confesados.
El tipo ha protagonizado idiotez tras idiotez, pero en esta ocasión las llevó al nivel de excelencia, como lo muestra un video que circula en redes sociales y que pese a su perfil escatológico debería ser publicado en todos los espacios para conocer la clase de cretino que al parecer manejará los destinos culturales del país.
Ante un grupo de corifeos, Taibo se burló del intento de impedirle ocupar ese puesto y en forma soez declaró –una disculpa por la cita– que “se la metieron doblada” a todos los que lo rechazaban. Fiel a su estilo acompañó a esa expresión con otros insultos.
Mire usted, soy religioso y en muchas ocasiones he recurrido a la frase de “es la voluntad de Dios”, pero en esta ocasión me permito alterarla:
Sin duda alguna, de llegar ese tipejo al gobierno, sería la voluntad del Diablo…

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