Sí, la poesía es imperfecta, como imperfecto es el que escribe poemas, porque quien escribe sabiéndose enamorado u ofuscado, en su atropellado sentir, olvida seguir las reglas que buscan la perfección de lo narrado. ¿Acaso no comprenden que quien vive enamorado de la vida, al sentirse vivo, al sentirse herido, lo mismo agoniza en la locura, de saberse incomprendido.
Sí, la poesía es imperfecta, en eso estriba que el poema pueda evidenciar lo fuerte o lo maltrecho en que se encuentra un corazón agradecido o desahuciado, que de pronto, se ve ahogado por un mar de palabras que quieren cobrar vida, para hacer sentir a quien las lee, lo que seguramente ya ha sentido, pero, que al estar tan confundido, prefiere convertirse en un reo de muerte que camina por la vida, encadenado por sus propias emociones escondidas, que al no encontrar salida, poco a poco le arrebatan la cordura en esta vida.
Sí, la poesía es imperfecta, como imperfecta es la forma de amar que busca el que se olvida, de que su felicidad está en la felicidad de quien no ha podido encontrar la misma pasión con la que se ha de amar en otra vida.
Sí, la poesía es imperfecta, por lo que el poema más perfecto ha de ser aquel, que teniendo tal defecto, pueda ser comprendido por el ciego, que anhelando ver, tiene el poder de permitirle al corazón, para que éste sea la razón de saber lo que es amar sin tener sus ojos, para apreciar con sus oídos las palabras de amor o de amargura de quien es poeta.
Sí, la poesía es imperfecta, como imperfecto es el poeta y su incomprendida poesía.
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