Entre las reformas que presenta el presidente Andrés Manuel López Obrador están aumentar el salario mÃnimo por encima de la inflación anual; garantizar la pensión para adultos mayores y el aumento de ésta cada año, asà como la atención para personas con discapacidad; que el salario mÃnimo de maestros, policÃas, marinos, enfermeras, médicos, entre otros trabajadores de gobierno, no sea menor al de trabajadores inscritos al seguro social. Todas estas reforman buscan aumentar o por lo menos mantener el poder adquisitivo de los mexicanos (dejo para otra columna si es viable o no la implantación)
Uno de los indicadores más claros de la salud de una economÃa es la capacidad de sus ciudadanos para mantener o incluso mejorar su poder adquisitivo a lo largo del tiempo. Es por eso que los aumentos salariales, particularmente cuando superan la inflación, son una piedra angular en la construcción de una sociedad económicamente equitativa y próspera.
Veámoslo desde una perspectiva práctica. Imagina a un trabajador promedio, Juan, que labora en una fábrica. Año tras año, Juan ve cómo los precios de los bienes y servicios que necesita para subsistir aumentan, desde los alimentos básicos hasta el transporte y la vivienda. Si su salario no aumenta al menos al mismo ritmo que estos precios, su capacidad para comprar esos productos y servicios disminuye. Se encuentra en una carrera constante para mantenerse a flote, luchando por llegar a fin de mes mientras los precios siguen subiendo.
Sin embargo, si Juan recibe un aumento salarial que supera la tasa de inflación, la historia cambia radicalmente. Ahora, tiene más recursos para satisfacer sus necesidades básicas y, quizás, incluso para permitirse algunos lujos ocasionales. Su calidad de vida mejora, el estrés financiero disminuye y su capacidad para contribuir al crecimiento económico se fortalece. Además, este aumento no solo beneficia a Juan; también dinamiza el mercado interno al impulsar la demanda de bienes y servicios, lo que a su vez fomenta la inversión y la creación de empleo.
Es esencial comprender que los aumentos salariales por encima de la inflación no son simplemente un acto de generosidad por parte de los empleadores, sino una inversión inteligente en el tejido económico y social de una nación. Al elevar el poder adquisitivo de los trabajadores, se fortalece la base misma sobre la que descansa la estabilidad y el progreso de una sociedad.
El objetivo no es simplemente mantener a flote a los individuos en medio de las corrientes turbulentas de la economÃa, sino permitirles navegar con seguridad y confianza hacia un futuro más próspero. Y ese objetivo comienza con reconocer y valorar la importancia de garantizar que cada aumento salarial sea más que una mera respuesta a la inflación, sino un paso firme hacia una sociedad más justa y equitativa para todos.