Claudia Sheinbaum vino a Matamoros, llegó por Reynosa y también visitó Rio Bravo, como en los viejos tiempos del PRI el acarreo, perdón la facilitación del transporte, fue tema notorio de una sociedad cansada de este tipo de expresiones, pues trastornó horriblemente el centro de la ciudad en un día de escuela.
De entrada, explicó el Plan C de su candidatura, pero, aunque lo explicó bien, al parecer nadie lo entendió, pues las caras largas en el presídium hicieron ver que las cosas no estaban bien de inicio.
El compartir escenario por parte de dos aspirantes diferentes al senado, provocó una incomodidad evidente en ambos lados de la balanza, cosa que no sucedió en Rio Bravo donde solo acudieron los candidatos al Senado por el PT.
Es evidente la falta de coordinación de los liderazgos de la Alianza, tal y como sucedió con el coordinador de Xóchitl y el coordinador de Alito quienes a cabezazos dirimen sus diferencias.
Acá en Matamoros no fue diferente, un candidato que todavía no anda en campaña aleccionó a sus huestes para expresar repudio, teniendo que intervenir la candidata presidencial para calmar los ánimos, y permitir continuar con el protocolo.
Lo que dejó en evidencia la novatez al permitir a una sola fracción interna apoderarse de los primeros lugares del mitin.
Parecen chiquitos y se dejaron ver como chiquitos a nivel nacional, unos por ingenuos, otros por protagónicos, pero ambos grupos mostrando sin recato sus vergüenzas y sus limitaciones.
El Delegado de Morena y el verde se fue del estado, así que no hay a quien reclamar, él está muy ocupado en actividades contables allá en Veracruz como para preocuparse por los cubetazos que se dan acá.
Tan fácil y tan sencillo que era tomar la decisión de presentarse en Reynosa con los de Morena, presentarse en Matamoros con los del PVEM y presentarse en Rio Bravo con los del PT. Solo en el último sitio le atinaron, porque los candidatos al Senado del PT no estuvieron en los otros dos eventos, o tal vez porque el coordinador de este último partido tiene más sentido político que los demás.
Nadie habla de las propuestas de la candidata presidencial, ¿Acaso no las expresó? Seguramente sí, pero como siempre sucede el amarillismo resulta más atractivo.
Además, el escándalo de Ciudad Victoria, la capital del estado estaba muy reciente, tan reciente que todavía el martes la nota se la llevaba Eugenio Hernández al declarar públicamente su lealtad al gobernador por MORENA.
Si en Matamoros alguien perderá su trabajo por la pésima organización del Mitin de apoyo para Claudia, como analista me queda claro que el candidato al senado por el PVEM tendrá que dar un duro golpe al escritorio para que sus colaboradores cercanos se abstengan de hacer pendejadas.
Cada quien lleva agua a su molino, eso es correcto, pero romper los cántaros ajenos es una estrategia fallida que solo redituará en perjuicio de la mayor de sus candidaturas. Si es una alianza superior, en lugar de tratar de acotar el crecimiento de los aliados, deberían de preocuparse por el crecimiento de los contrarios.
En un escenario así, con diferendos notables, los únicos que pierden son los peleoneros, los otros partidos mientras tanto los observan para saber cómo se beneficiarán.
Si el plan C es para desplazar a los candidatos del PRIAN, pues que organicen debates y peleen con los de enfrente, un debate con tantos aspirantes al senado, sin duda dará oportunidad al electorado de evaluar y votar con conciencia.
En este momento y a pesar de la explicación de Claudia Sheinbaum, el electorado no sabe si es PLAN C -o- PLAN NO SE.